sábado, diciembre 21, 2024

Acuerdo General Sobre Aranceles Aduaneros Y Comercio (GATT)

            Es el primero y más importante de los Acuerdos Multilaterales que gestiona la Organización Mundial de Comercio desde que ésta se puso en marcha el 1 de enero de 1995 como consecuencia del acuerdo alcanzado en la VIII Ronda Multilateral del GATT más conocida como Ronda Uruguay.

            En su perspectiva histórica, el GATT fue el acuerdo multilateral que presidió la liberalización de los intercambios comerciales mundiales desde el intento de puesta en marcha de la Organización Internacional de Comercio, que debió crearse como consecuencia de la Carta de La Habana aprobada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Empleo celebrada en la capital cubana del 21 de noviembre de 1947 al 24 de marzo de 1948, pero cuyo texto fue firmado el último día de la Conferencia y nunca llegó a ser ratificado. La idea asociada a estos orígenes del GATT se remontan al deseo de los Estados Unidos de crear una Organización Internacional de Comercio (OIC) que hubiera representado en el plano comercial lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BIRF) –creados por la Conferencia de Bretton Woods de julio de 1944– representaban en el plano monetario y financiero.

            Para evitar el proteccionismo y la discriminación que se había instalado en la economía mundial tras la crisis mundial de 1929 el Comité Económico y Social de Naciones Unidas convocó la Conferencia de La Habana que celebrada entre noviembre de 1947 y marzo de 1948 dio a luz el 24 de marzo de 1948 la «Carta de La Habana para una Organización Internacional de Comercio». Dicha Carta centraba amplios objetivos de empleo, reducción de las barreras al comercio y eliminación de la discriminación. Salvo algunas concesiones al keynesianismo defendido por los británicos, el texto final fue de carácter librecambista como querían los norteamericanos, lo cual no fue suficiente –empero para que el Congreso de los Estados Unidos aceptara ratificar la Carta de La Habana como consecuencia, fundamentalmente, de las cláusulas contra el proteccionismo agrícola, las subvenciones y otras prácticas comerciales que trataba de erradicar la Carta de La Habana.

            Un total de 23 países habían iniciado una ronda multilateral para rebajar aranceles de aduanas aceptando los principios de lealtad comercial proyectados para el capítulo Cuarto de la Carta de La Habana. Este texto se firmó aisladamente en Ginebra el 30 de octubre de 1947 y entró en vigor el 1 de enero de 1948. Nacía así el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) que luego, a falta de ratificación de la Carta de la OIC, se convirtió en el único instrumento para luchar contra el proteccionismo internacional.

            Las piedras angulares del GATT fueron la no discriminación entre sus partes contratantes (incorporada en la Cláusula de la nación más favorecida que obliga a extender al resto de los países los favores acordados a uno de entre ellos, excepto en los casos de países implicados en uniones económicas regionales y situaciones y derogaciones especiales), la prohibición de otras barreras aduaneras que no fueran los aranceles de aduanas (salvo la autorización de restricciones cuantitativas en situaciones de desequilibrio grave de balanza de pagos), la obligación de evitar prácticas comerciales desleales como el dumping (exportar a precios más bajos que los practicados en el mercado interno) o las subvenciones, así como circunscribir la aplicación de normas sanitarias o de seguridad a lo estrictamente necesario.

            El GATT se convirtió, además, en una base estable para consultas y negociaciones arancelarias que, mediante un sistema de compensaciones, acuerdos y conferencias arancelarias convocadas periódicamente y gracias, además, a la permanente incorporación de nuevos miembros que debían comprometerse con el librecambismo, fue impulsando una creciente liberalización del comercio internacional.

            La actuación de la Secretaría del GATT y de sus sucesivos Directores Generales, con un gran sentido pragmático, fue adaptando la vigencia del Acuerdo General a las necesidades del sistema comercial mundial de cada momento aunque nunca llegó a poder cubrirse todo lo se había previsto en la nunca ratificada Carta de La Habana.

            Entre los logros más importantes del GATT cabe citar la aprobación en 1964 de la Parte IV del Acuerdo General denominada «Comercio y Desarrollo» y por el que se aceptaba un trato preferente a favor de los países en desarrollo que permitió el establecimiento –en 1971– del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) a favor de los países en desarrollo, la mundialización de la aplicación del Acuerdo a casi todos los países del mundo y la enorme reducción de niveles arancelarios y de barreras al comercio para productos industriales que se produjeron a través de las ocho Rondas de Negociaciones Multilaterales que organizó el GATT en su existencia independiente hasta que se creara la OMC en 1995:

  1. la Ronda de Ginebra de 1947 con 23 países participantes,
  2. la Ronda de Annecy 1949 con 33,
  3. la Ronda de Torquay 1951 con 34,
  4. la Ronda de Ginebra de 1956 con 22,
  5. la Ronda Dillon 1960-62 con 45,
  6. la Ronda Kennedy 1962-67 con 48,
  7. la Ronda de Tokio 1973-79 con 99 y que aprobó, también, una serie de códigos contra obstáculos no arancelarios al comercio, y, finalmente,
  8. la Ronda Uruguay 1986-94 con 118 participantes que culminó en el Acta de Marrakech de 15 de abril de 1994 cuyo mayor logro fue la creación de la Organización Mundial de Comercio (efectiva el 1 de enero de 1995) en la cual ha quedado englobado el GATT. FG

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Nicolas Boeglin

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