Se trata de un rápido análisis preliminar de las informaciones que se conocieron así – seis meses después de concluido el año 2011 – y que “blanquean” en parte la falsía del llamado “des-endeudamiento” argentino.
LOS DATOS OFICIALES.
Según el Comunicado e Informe relativo a la Deuda Pública del MECON el stock de deuda al 31.12.2011 era de 190.200 MD[2]: 179.000 MD de Deuda Performing o normalizada y 11.200 MD de Deuda en manos de Tenedores de Bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 (Holdouts).
Como el saldo a fin de 2010 era de 175.500 MD (164.300 + 11.200), esto significa que la Deuda Pública en cabeza del Estado Central aumentó durante el año pasado unos 14.600 MD (un 8.4 %).
Tal incremento resulta de amortizaciones/cancelaciones por 13.500 MD y toma de nuevas deudas por 28.700 en el período, lo que da una diferencia de 15.200 MD que, ajustada por otras operaciones – positivas y negativas (principalmente ajustes de valuación por tipo de cambio, indexación por CER y capitalización de intereses) – lleva al resultado final citado de los 14.600 MD de aumento de la Deuda durante el Ejercicio.
El Gobierno trata de confundir a la Opinión Pública argumentando una baja del Índice Deuda/PBI pero – como ya fue explicado en varios trabajos anteriores – se trata éste de un ratio o coeficiente indicativo de solvencia discutible porque mide la relación existente entre una magnitud financiera cierta – la Deuda – y una magnitud económica estimada – el crecimiento general de la Economía – que no tiene necesaria traducción directa a las Finanzas del Estado, aunque se interprete que ese aumento del Producto se traslade en forma directamente proporcional a la Recaudación Tributaria.
De hecho, mostrar que el Índice Deuda/PBI estaría disminuyendo cuando la Deuda Pública aumenta significativamente en valor absoluto implica una contradicción, ya que este aumento se produce precisamente porque el país no puede pagar sus obligaciones: las refinancia en su totalidad y además toma nuevas Deudas.
Este año – según el Presupuesto 2012 – están previstos vencimientos de Capital por 40.100 MD (que se refinancian en forma íntegra apelando fundamentalmente al aumento de la Deuda Intra-Estado) y toma de nueva Deuda por 51.800 MD, es decir, 11.700 MD más.
Aparte, se autoriza la asunción de nuevas deudas con aval del Estado por valor de 28.000 MD destinadas a obligaciones de Deuda Pública Indirecta (Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios).
Si a la Argentina le fuera realmente bien con el manejo de la Deuda Pública este elevado ritmo de aumento del endeudamiento no debiera estar ocurriendo, máxime cuando el mismo se sostiene en un sistemático mecanismo de Deuda Intra-Estado que descapitaliza y/o desfinancia los principales organismos financieros oficiales (ANSES, BCRA y BNA).
Por otra parte, este reiterado uso propagandístico del ratio Deuda/PBI – que el Gobierno aduce está ahora en el 41.8 % – no es verdaderamente representativo de la proporción del Endeudamiento Público porque compara un numerador artificialmente disminuido – la Deuda Pública del Estado Central – contra un PBI Nacional (como se puede apreciar después, cuando hablamos de la Deuda Pública Nacional).
LA DEUDA NO REGISTRADA.
Las cifras del MECON muestran sólo la Deuda Pública registrada – según la Contabilidad Oficial (SIGADE) – que se maneja por el criterio de lo percibido, computando así sólo una parte del total de estas obligaciones a cargo del Gobierno Central.
Pero existe una importante masa de Deuda no Registrada, que se produce por tres conceptos: Capitalización de Intereses por Anatocismo, Indexación de Deuda en Pesos ajustada por Inflación (CER) y Cupones ligados al PBI (VLPBI o ULPBI).
a) Los Intereses que se capitalizan por Anatocismo sumarían unos 4.000 MD hasta el 2014, a razón de 1.300 MD al año.
b) La indexación de la Deuda en Pesos Ajustada por CER – a valores constantes – podría implicar en 10 años tanto como el stock actual de 37.000 MD de estos títulos (unos 3.700 MD por año, tomando la Inflación Oficial del orden del 10 % sobre ese stock que hoy es precisamente de 37.100 MD)
Pero como la tasa de Devaluación (Peso-Dólar “Oficial”) es en la actualidad también del 10 % o más (15 % anualizada a la fecha), ese aumento por CER deviene, hoy por hoy, neutro medido en dólares, cosa que no ocurría hasta hace muy poco tiempo.
Aparte de los Bonos Cuasi-Par del Megacanje 2005 – que son la mayoría de estos bonos – habría otros títulos que ajustan por CER (corregidos por tipo de cambio), cuyos importes serían hoy del orden de los 500 MD por año lo que, en este momento, tendría así menor relevancia en el cómputo de aumento por deuda no registrada.
El uso del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) – que replica la Inflación Minorista del INDEC – como ratio indexatorio de esta deuda implica una fuerte licuación de la misma en Pesos con respecto a la Inflación Real (según Índice Congreso, Consultoras Privadas y Provincias), que está entre el 20 y el 25 % anual. Esto beneficia obviamente a la Tesorería pero perjudica a los Tenedores de tales títulos que – en un 68 % o más – son agencias del propio Estado.
c) El monto más importante de Deuda no Registrada es el que corresponde al acumulado de pagos anuales de los Valores Ligados al PBI (VLPBI), de los que se habrían pagado ya 19.300 MD hasta el 2011 – incluyendo las recompras de bonos comprometidas en el canje de 2005 – y faltaría pagar todavía casi 60.000 MD más (59.200) hasta el 2017. En total sumaría todo 78.500 MD.
Estrictamente hablando, aquí hay dos conceptos en uno: por un lado, está el pago de cupones PBI por el 5 % del excedente de crecimiento económico anual; y por otro, el compromiso asumido de recompra anticipada de bonos por otro 5 %.
El pago efectivo corresponde a los primeros y se desembolsa todos los 15 de Diciembre en función de los resultados del ejercicio anterior. Este año, por ejemplo, se estima que tales pagos son del orden de los 3.300-3.500 MD.
Pero otro 5 % el Gobierno tiene que comprarlo rescatando anticipadamente títulos en el Mercado – cosa que realiza a través de operaciones no transparentes o directamente secretas – según los mismos compromisos asumidos por el Megacanje del 2005.
Por lo tanto, las proyecciones omitidas en la información del MECON son las del pago futuro de las ULPBI – unos 30.000 MD – sin considerar además los otros 30.000 MD correspondientes a recompra.
Pero como el stock de deuda no baja por las recompras de títulos públicos porque las mismas se hacen con Deuda Intra-Estado, este procedimiento está dando lugar a que los pagos de ULPBI se estén acelerando en función de la tasa de crecimiento del PBI y que, a la vez, el stock de Deuda Total no disminuya porque no hay cancelaciones netas de bonos sino reemplazo de obligaciones con Acreedores Privados por nuevas obligaciones traspasadas a las agencias del Sector Público, que pasan así a cargar con el “fardo” de las recompras.[3]
Sumando entonces los tres conceptos analizados del monto de la Deuda no Registrada pudiera llegarse hoy a una cifra entre un mínimo de 30-40.000 MD (ULPBI + Anatocismo + Indexación) y un máximo de 60-70.000 MD (si a ese total se le agregan las recompras de deuda, que se realizan con Deuda Intra-Estado).
LA DEUDA PÚBLICA NACIONAL.
Hay otro punto – que fue también mencionado en diversos trabajos anteriores del autor – que cabe volver a observar en relación a las cifras oficiales de deuda que informa el MECON.
Los datos que hemos visto de la Deuda Pública – registrada y no registrada – corresponden sólo a la que está en cabeza del Estado Central, no de todos los entes públicos de la República Argentina, que es una información nunca totalizada, directa ni indirectamente, en los informes oficiales.
Por ende, si se quiere tener una idea de lo que debe el Sector Público de la Nación en su conjunto, hay que agregar lo siguiente:
a) La Deuda Consolidada de las Provincias (118.500 M$ – sin Deuda Flotante ni Contingente – que al 31.3.2011 era equivalente a unos 29.000 MD) y la deuda de los Municipios del país (de la que no se tienen datos).
b) La Deuda Pública Indirecta – correspondiente a Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios – de la que tampoco se tiene noticia.
c) La Deuda Cuasi Fiscal del BCRA – por LEBAC/NOBAC – que hoy suma unos 26.500 MD (al 31.5.2012).
d) La Deuda por Juicios contra el Estado con Sentencia en firme, cuya suma igualmente no se informa.
Estos puntos son importantes porque el ocultamiento de este tipo de informaciones sobre la Deuda Pública Nacional pesa como una enorme carga invisible que las autoridades evitan siquiera mencionar.
Como dato de referencia cabe anotar que, en gran medida, éste parece fue uno de los factores que tuvo que blanquearse con la reciente Crisis de Deuda Griega que, aparte del falseamiento de informaciones y el negociado de bonos de la firma Goldman Sachs, habría residido también en que el gobierno de Atenas informaba a las autoridades de la Unión Europea la evolución de la Deuda Oficial del Gobierno Central pero omitía la Deuda paralela de los Organismos Oficiales.
Y éste es el “fantasma de Grecia” que amenaza hoy también a la Argentina.
LAS PROYECCIONES DE LA DEUDA.
Conforme se ha señalado en escritos anteriores, también en este último Informe de Deuda Pública a fin de 2011 existe una notable inconsistencia entre las cifras del Ministerio de Economía, que se suministran a través de la Secretaría de Finanzas (SF)–Oficina Nacional de Crédito Público (ONCP), y los datos del Presupuesto aprobado 2012 en materia de vencimientos y proyecciones de la Deuda Pública para el corriente Ejercicio y para los dos años venideros (2013-2014); pese a que se supone la fuente de información del presupuesto es precisamente la ONCP del MECON.
La página 237 del Mensaje del Proyecto de Ley (PL) del Poder Ejecutivo (PE) – que está en línea con los Cuadros de Resultado Financiero (por la parte de vencimientos de Capital) y de Gastos Corrientes (por la parte de pago de Intereses) – dice que los vencimientos de Capital este año son del orden de los 40.100 MD y que los Intereses (sin incluir capitalización) son 10.200 MD.
Pero los Cuadros de Vencimientos de Capital e Interés – Serie A.3 y conexos de la SF/ONCP – muestran, en cambio, 26.900 (casi 27.000) MD por Capital y 6.700 MD por Intereses para el corriente año.
A su vez, las proyecciones presupuestarias para el bienio 2013-2014 exhiben respectivamente vencimientos por Capital de 43.300 y 46.200 MD; y pago de Intereses por 13.100 y 16.900 MD respectivamente; mientras que para los mismos años el ultimo Informe del MECON (SF/ONCP) muestra importes de 9.500 y 10.100 MD por Capital y de 6.000 y 5.800 MD por Intereses.
Para que se vean más claro estas diferencias:
Año
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Vencimientos de Capital
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Pago de Intereses
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MECON-SF PPTO 2012
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MECON-SF PPTO 2012
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2012
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26.900 MD 40.100 MD
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6.700 MD 10.200 MD
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2013
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9.500 MD 43.300 MD
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6.000 MD 13.100 MD
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2014
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10.100 MD 46.200 MD
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5.800 MD 16.900 MD
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Los importes en Pesos están convertidos a Dólares al Tipo de
Cambio previsto en el Presupuesto 2012, que es de 4.40 $/US$.
Una de dos: o las cifras del Ministerio de Economía no están claramente explicadas o existe una gravísima inconsistencia entre los números que informa la SF-ONCP y los que realmente se aprueban por Ley de Presupuesto.
LA DEUDA INTRA-ESTADO.
Uno de los argumentos del Gobierno Kirchner presentado como avance positivo dentro de la evolución reciente del stock de Deuda Pública es que una gran proporción de la misma – el 54 % – se encuentra en manos de Agencias del propio Estado Argentino.
Pero este argumento es ambivalente y equívoco – según ya lo analizamos en otras oportunidades – porque no se trata de obligaciones extinguibles por compensación sino de préstamos tomados por la Tesorería de fondos que no son del Estado sino administrados por el Estado, como ocurre con el dinero de los Jubilados del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES y de las Reservas Internacionales del BCRA, que no están para pagar Deuda Externa a costa de los fondos de reserva o ahorro del Banco.
En la práctica esto significa que el Gobierno usa grandes sumas de dinero circunstancialmente disponibles de la ANSES, el BCRA y el Banco Nación (BNA), así como de la AFIP, de Lotería/Casinos (que están destinados a gastos de Acción Social), de Fondos Fiduciarios – como por ejemplo el Fondo Fiduciario de Reconstrucción Empresaria (FFRE) – y hasta fondos del PAMI (la Obra Social de los Jubilados) para pagar vencimientos de servicios de Deuda por Capital, Intereses y Unidades ligadas al PBI, privilegiando así la cobertura y/o el adelanto de pago de compromisos con Organismos Financieros Internacionales y Acreedores Privados a costa de posponer el uso de esos fondos para sus destinos específicos.
Este tema es muy grave porque el hecho se presenta como una mejora en la situación de Deuda – que sólo lo es en cuanto a la facilidad administrativa de actuar en forma compulsiva a corto plazo y dentro de la administración financiera gubernamental – pero soslaya que el peso de esta nueva deuda interna es sólo un expediente transitorio dentro de la Crisis de Deuda que vive nuestro país, con el agravante de contribuir cada vez más al desfinanciamiento y descapitalización del Estado, ya que el grueso de esas obligaciones intra-Sector Público no tienen capacidad de repago demostrada.
Más aún, como la gran masa de Deuda no Registrada y de Deuda Nacional en todos sus órdenes no figura en los importes que sirven de base para el cálculo de este 54 % la verdadera Deuda Intra-Estado, con toda la tremenda carga que pesa sobre la Economía Pública, constituye en realidad todavía una parte menor dentro del stock de la Deuda Total.
DEUDA PÚBLICA Y DEUDA EXTERNA.
Existe una tradicional confusión entre Deuda Pública y Deuda Externa: la primera es la Deuda del Estado – que puede ser Interna o Externa – mientras que la segunda es la Deuda Externa Pública más la Deuda Externa Privada.
Según el Informe de la SF-ONCP al 31.12.2011 – Cuadro A.4.5 – la Deuda Externa Oficial es de 60.600 MD: el 34 % de la Deuda Pública Total del Estado Central, que es de 179.000 MD; mientras que la Deuda Interna es de 118.400 MD.
Pero acá hay un problema importante: estas cifras corresponden a la Deuda computada por criterio de Residencia del Tenedor, no por Tipo de Moneda.
Según el Cuadro A.1.6 del Informe de Deuda Pública a fin de 2011, en cambio, el 40 % de la Deuda Pública está en Pesos – 71.400 MD – y el 60 % – 107.500 MD – está en Moneda Extranjera (principalmente en Dólares).
Esto es, que la Deuda Externa Pública por Criterio de Residencia que muestra el Gobierno (34 %) es menor (menos de la mitad) que la que corresponde por Tipo de Moneda (60 %).
O sea, que se da una relación prácticamente inversa en el monto y en los porcentajes respectivos según se tome la Deuda Externa por criterio de Residencia o por Tipo de Moneda (siendo que éste último es el que determina las reales necesidades de divisas).
Resumiendo lo dicho en el cuadro siguiente:
Forma de cómputo
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Deuda Externa
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Deuda Interna
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Deuda Total
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Criterio de Residencia
(Cuadro A.4.5)
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60.600 MD – 34 %
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118.400 MD – 66 %
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179.000 MD – 100 %
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Tipo de Moneda (Cuadro A.1.6)
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107.500 MD – 60 %
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71.400 MD – 40 %
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179.000 MD – 100 %
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Nota: Tomando como base el saldo de la Deuda Pública normalizada oficial, sin Deuda no presentada al Canje (Holdouts), sin Deuda no Registrada ni mucho menos Deuda Nacional.
La Deuda Externa así presentada por el Ministerio de Economía (SF-ONCP) soslaya la gravedad de las necesidades financieras que pesan sobre la Balanza de Divisas.
Con el agravante que ambos indicadores – como se señala en la Nota – son incompletos dado que falta incluir aquí al menos tres rubros de importancia que aumentarían las cifras computadas:
– Primero, porque se toma como referencia la Deuda Performing – 179.000 MD – y no la Deuda Total del Estado Central, que es de 190.000 MD; ya que se omite la Deuda de los Holdouts (que está prácticamente toda en moneda extranjera).[4]
– Segundo, porque además no se contempla la carga de la Deuda no Registrada, que implicaría – como hemos visto antes – entre 30-40.000 MD y 60-70.000 MD más, según como se compute.
– Tercero, porque también tienen Deuda Externa Pública – que no se informa – otros entes de la Administración Pública, como es el caso de las obligaciones externas de Provincias y Municipios (avaladas por el Estado Central), la Deuda Externa del BCRA, la Deuda Pública Indirecta (también con aval del Gobierno Central) y las Deudas por Juicios contra el Estado con sentencia en firme.
Y todo ello – como se dijo al inicio – aparte de la Deuda Externa Privada, que según datos del BCRA era al 30.9.2011 (no se dispone todavía de las cifras al cierre del año) de 66.100 MD: 62.100 MD correspondientes al Sector Privado no Financiero (SPNF, Empresas) y 4.000 MD al Sector Privado Financiero (SPF, Bancos).
Si sumamos estos 66.100 MD de Deuda Externa Privada a la Deuda Externa Pública – aún tomando los cuestionables e incompletos datos oficiales – tendríamos así que la Deuda Externa Total estaría en el orden de los 126.700 MD (66.100 + 60.600) por criterio de Residencia pero en 173.600 MD (66.100 + 107.500) por Tipo de Moneda.
Totales estimados que, en el caso de este último – repetimos – es el que determina las reales necesidades de divisas del Gobierno.
La Deuda Externa Argentina Total según la última información oficial del INDEC – Resultados de la Balanza de Pagos – para el 31.12.2011 es de 139.700 MD (casi 140.000 MD), sin desagregado en Pública y Privada. Este número está a mitad de camino entre las dos estimaciones anteriores.
Considerando que la información del INDEC mantiene el criterio de Residencia y dando por buena la cifra oficial del MECON (SF/ONCP) al 31.12.2011, que es de 60.600 MD, se deduce por diferencia contra los 139.700 MD de Deuda Externa Total que la Privada tendría que haber ascendido a 79.100 MD en el último trimestre del año (13.000 MD más!), lo que no parece muy consistente.
De todas maneras, queda claro que los totales de divisas realmente necesarios para el pago de los servicios de la Deuda Externa son superiores a los mostrados según el criterio de Residencia.
Este tema de las cifras tiene particular importancia en materia de requerimiento de divisas – que las tiene que proveer el Banco Central (BCRA) – dado que las necesidades de moneda extranjera públicas reales y privadas obviamente se suman para cumplir las obligaciones externas.[5]
Y en esto pesa además el problema del perfil de vencimientos cuando tales obligaciones se concentran en fechas próximas, como ocurre actualmente en el caso argentino, tanto en la Deuda Pública – que ya hemos visto – como en la Deuda Privada (que tiene una vida promedio de 1.5 años).
Toda esta masa de compromisos – públicos y privados – se traduce así en requerimientos de moneda extranjera porque incide en la necesidad de divisas; divisas que debe proveer el Banco Central.
Tales son las obligaciones específicamente financieras que juegan en la Balanza de Pagos (Servicios por Intereses y giros de Utilidades/Dividendos, y saldo de la Cuenta Financiera), que se agregan lógicamente al grueso de los compromisos de pago por operaciones comerciales y económicas con el extranjero (Importaciones, Servicios del Comercio Exterior y Cuenta Capital).
La falta de Reservas Internacionales suficientes en el BCRA para atender esta pesada combinación de compromisos externos – condicionada por la Política de pago de Deuda Externa con Reservas – explica esencialmente las medidas monetarias, cambiarias y financieras de emergencia que está adoptando hoy el Gobierno Kirchner.[6]
EN CONCLUSIÓN:
Las informaciones oficiales del Ministerio de Economía sobre la Deuda Pública del Estado Central al 31.12.2011 reiteran los lineamientos básicos de los comunicados trimestrales anteriores en cuanto al ocultamiento de datos clave y al engaño del “des-endeudamiento”.
Pese a que se quiere vender a la Opinión Pública la imagen contraria, la realidad muestra que la actual administración no sólo sigue batiendo récords de pagos de Deuda sino que sigue aumentando el stock de la misma – entre 10.000 y 15.000 MD por año – como en los tiempos de la Convertibilidad menemista de la Década del ´90 y del Proceso Militar bajo la gestión Martínez de Hoz.
Esta “vocación pagadora” del gobierno K es el verdadero factor explicativo de todo lo que está ocurriendo hoy en materia monetaria, cambiaria y financiera en la Argentina.
Como pre-requisito aceptado desde su asunción del gobierno, la administración Kirchner se mantiene así dentro del sistema de Deuda Pública Perpetua: pagando a ultranza vencimientos de capital con Deuda Intra-Estado, pagando servicios crecientes de Intereses y tomando continuamente Nueva Deuda.
Y tiene que hacerlo por necesidad, porque de esta política de Pago de la Deuda depende no sólo su estabilidad financiera sino también su estabilidad política.-
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 30.6.2012
Archivo: GIULIANO ARTICULO 2012 06 30 AUMENTO DP