Abolición de la pena de muerte en Argentina
Dos nuevas ratificaciones de Argentina reafirman inequívocamente su reciente abolición de la pena de muerte. Esta iniciativa prepara el terreno para que otros países sigan su ejemplo y, con ella, Argentina se suma al grupo de países americanos que han ratificado todos los instrumentos de derechos humanos del sistema interamericano.
Argentina ratificó el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte, el 2 de septiembre. Asimismo, el 5 de septiembre de 2008 ratificó el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte, convirtiéndose así en el décimo país que lo hace. En ambos casos realizó la ratificación sin formular ninguna reserva.
Este significativo avance se ha producido tan sólo un mes después de que el Senado argentino aprobara por unanimidad, el 7 de agosto, la legislación que revoca el Código de Justicia Militar de 1951. Con ello quedaron abolidas las disposiciones que permitían el uso de la pena de muerte por delitos cometidos por miembros de las fuerzas armadas tanto en tiempo de conflicto armado como de paz, y se suprimieron también los tribunales militares de justicia.
Las iniciativas tomadas el mes pasado por el gobierno de Argentina para abolir la pena de muerte muestran su compromiso internacional con la abolición. Además, el gobierno apoya el llamamiento hecho a otros países por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, para que sigan el ejemplo de Argentina y se sumen también a la política de poner fin a la pena capital en América. En toda la región, sólo Estados Unidos, Guatemala y varios países caribeños mantienen la pena de muerte.
“Haber ratificado todos los instrumentos importantes de derechos humanos del sistema interamericano es un paso muy positivo, pero debe ir seguido de su aplicación plena”, ha manifestado Susan Lee, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.
Información complementaria
A fecha de 10 de septiembre de 2008 han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica 137 países del mundo.
Esta tendencia mundial a la abolición quedó reconocida el 18 de diciembre de 2007 con la aprobación por la Asamblea General de la ONU de la Resolución 62/149, en la que se pide una moratoria de las ejecuciones.
La Asamblea General de la ONU aprobó el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en 1989, y la Asamblea General de la OEA aprobó el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte en 1990.
Ambos pueden ser ratificados por todo Estado Parte en los instrumentos correspondientes y prevén la abolición total de la pena de muerte, si bien permiten que los Estados Partes la mantengan en tiempo de guerra si formulan una reserva con tal fin en el momento de la ratificación o la adhesión.
Argentina ratificó ambos protocolos sin reservas, pues la revocación del Código de Justicia Militar entraña la abolición de las disposiciones sobre el uso de la pena de muerte en tales casos.
Los otros países que también han ratificado todos los instrumentos de derechos humanos del sistema interamericano son: Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay y Uruguay.
La última ejecución llevada a cabo en Argentina tuvo lugar en 1916.