Los Gobiernos de las Repúblicas de América, representados en esta Primera Reunión de Consulta entre los Ministros de Relaciones Exteriores,
Firmemente vinculados por el espíritu democrático que inspira sus instituciones,
Y deseosos de vigorizar en esta ocasión la solidaridad que ese espíritu ha determinado»
De mantener la paz en este continente americano y de favorecer el restablecimiento de ella en todo el mundo,
Declaran:
1º Que reafirman la declaración de solidaridad entre los pueblos de este hemisferio, proclamada en la Octava Conferencia Internacional [Americana] de Lima, en 1938;
2° Que se esforzarán con todos los medios espirituales y materiales adecuados de que disponen, por conservar y fortalecer la paz y la armonía entre las Repúblicas de América, como requisito indispensable para que puedan cumplir con eficacia el deber que les corresponde en el proceso histórico universal de la civilización y la cultura;
3° Que estos postulados son ajenos a todo propósito egoísta de aislamiento, y antes también se inspiran en un alto sentido de cooperación universal, que mueve a estas naciones a formular votos fervientes por que cese el deplorable estado de guerra que hoy existe entre algunos países de Europa, con grave peligro para los más caros intereses espirituales, morales y económicos de la humanidad, y por que de nuevo reine en el mundo la paz, no de violencia sino de justicia y de derecho.
(Aprobada el 3 de Octubre de 1939.)