Considerando:
Que se reconoce la construcción de un sistema internacional de carreteras entre las Repúblicas Americanas como uno de los medios más eficaces para fomentar el bienestar económico y estrechar los lazos de amistad entre los pueblos americanos;
Que los Plenipotenciarios de las veintiuna Repúblicas Americanas firmaron, el 23 de diciembre de 1936, en la Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz, una Convención sobre la Carretera Panamericana;
Que dicha Convención ha sido ratificada ya por varias de las Repúblicas Americanas; y,
Que se ha progresado, notablemente, en la construcción de una o más carreteras del sistema panamericano,
La Octava Conferencia Internacional Americana,
Recomienda:
Que los Gobiernos de las Repúblicas Americanas que no hayan ratificado todavía la Convención sobre la Carretera Panamericana, la estudien con la mira de impartirle su ratificación, a la mayor brevedad posible.
Que los Gobiernos, al formular sus programas nacionales de vialidad, reconozcan la conveniencia de iniciar, en la fecha más cercana posible, la construcción de las secciones de la carretera o carreteras panamericanas antes citadas, que todavía no se hayan terminado dentro de sus respectivas fronteras.
Que en el desarrollo del sistema panamericano de carreteras se incluya la rehabilitación del camino tradicional de los Incas, que desde Quito [iba] hasta Tucumán, pasando por los valles del Rímac, Cuzco, Lago Titicaca, Potosí, La Quiaca y Humahuaca, con ramal de [Huanchaca] a Antofagasta y que esta red, que constituye el aporte de más de 5,000 kilómetros al sistema panamericano de carreteras, se denominará ‘”Camino Real del Inca” (Inca Highway) en homenaje al esfuerzo civilizador del Imperio de los Incas.
Que se estudie la recomendación presentada por la Delegación de Cuba con relación a la extensión de la carretera panamericana a las Repúblicas insulares de América por medio de botes de paso.
(Aprobada el 23 de diciembre de 1938.)