Malvinas: Respuesta de Daniel Filmus al ministro inglés Hugo Swire
Sábado 08 de Febrero de 2014. Información para la Prensa N°: 024/14
Se transcribe columna de Daniel Filmus* publicada por la agencia Telam.
El Ministro británico para América Latina, Hugo Swire, se apresta a visitar las Islas Malvinas, uno de los últimos resabios coloniales que aún quedan en el mundo. Previo al viaje le ha enviado un mensaje a los colonos británicos de las islas pero que, sin duda, está destinado a los argentinos.
Con la prepotencia propia de la tradición colonial que defiende, el Ministro Hugo Swire ha planteado que la política de la República Argentina de exigir que se cumplan estrictamente las resoluciones de las Naciones Unidas para resolver la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas a través del diálogo bilateral con el Reino Unido está destinada al fracaso.
Una vez más, el gobierno británico rechaza el mandato del conjunto de las naciones del mundo que desde hace casi 50 años vienen reclamando a través de la Resolución 2065 del año 1965 que la solución pacífica del diferendo se produzca a partir del diálogo entre Argentina y el Reino Unido. Esta posición no sólo es reiterada anualmente en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas sino que ha sido apoyada por los organismos regionales de América Latina y el Caribe, la OEA, los países africanos, los asiáticos y el Grupo de los 77 más China conformado por más de 120 naciones del mundo. El propio Reino Unido participó del diálogo bilateral con Argentina por esta cuestión entre los años 1966-82, aún cuando dictaduras sangrientas gobernaban nuestro país. ¿Por qué no lo hace hoy con la democracia?
Paradójicamente, en el mismo comunicado el Ministro Hugo Swire invita a la Argentina a dialogar sobre los recursos naturales de la región, desnudando el principal objetivo que tiene el Reino Unido en el Atlántico Sur: expoliar las riquezas hidrocarburíferas, minerales, pesqueras, de agua y biodiversidad, etc., que pertenecen a 40 millones de argentinos y son parte de América Latina. Este es el sentido de haber instalado en las Islas Malvinas una desproporcionada presencia militar. Los argentinos seguiremos utilizando todos los medios jurídicos y diplomáticos para defender nuestras riquezas.
Por otra parte, reiteramos que Argentina garantiza los derechos de los isleños al comprometerse al cumplimiento pleno de los mandatos de la Resolución 2065 de la ONU y de nuestra propia Constitución que plantean el respeto a los intereses y al modo de vida de quienes viven en las Islas Malvinas.
Me permito señalarle al Ministro Hugo Swire que lo que la historia de la humanidad muestra es que lo que está destinado al fracaso no es la lucha de los pueblos por defender su integridad territorial sino la prepotencia colonial. Basta con comparar el mapa de los dominios coloniales británicos obtenidos a fuerza de esclavitud y armas de los inicios del Siglo XX y el mapa actual donde sólo quedan 17 casos de colonialismo, 10 de los cuales son dominados por el Reino Unido.
Finalmente, le reitero al Ministro la convocatoria al diálogo con el Reino Unido en los términos de las resoluciones de las Naciones Unidas. Esta no es sólo la posición del Gobierno, es el compromiso de diálogo que sostiene el pueblo y todas las fuerzas políticas y sociales del país. La democracia argentina, que acaba de cumplir 30 años, está convencida de que la paz, la diplomacia y el diálogo es el único camino dirimir la cuestión de soberanía sobre las Islas Malvinas y también garantizar un mundo más justo donde se respeten los derechos de todos los pueblos, sin excepción.
* Secretario de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas de la Cancillería argentina.
Otra vez encarando mal el tema: la 2065 encara el diferendo sobre Malvinas como un caso de descolonización cuando es un caso de soberanía. Si tuviera que respetarse la 2065 hay que acatar la decisión de los isleños, porque justamente eso es a lo que insta tal rssolución. Argentina debería proponer este como un caso de soberanía (límites) por lo que tales argumentos podrían presentarse a uno de los tribunales competentes en La Haya