Teniendo en consideración los antecedentes que existen en los países de América, sobre su constante preocupación en el estudio y solución del problema indígena,
La Octava Conferencia Internacional Americana,
Declara:
1º.—Los indígenas, como descendientes de los primeros pobladores de las tierras americanas, tienen un preferente derecho a la protección de las autoridades públicas para suplir la deficiencia de su desarrollo físico e intelectual y, en consecuencia, todo cuanto se haga para mejorar el estado de los indios será una reparación por la incomprensión con que fueron tratados en épocas anteriores,
2°.—Como al presente los núcleos indígenas, en los diversos países americanos, presentan distintos grados de asimilación al medio social, debe ser propósito de todos los Gobiernos desarrollar políticas tendentes a la completa integración de aquéllos a los correspondientes medios nacionales, reconociendo para el efecto los valores autóctonos positivos en el orden material y espiritual, y procurando que la asimilación se efectúe dentro de normas que, respetando dichos aspectos valiosos, capaciten a la población aborigen para participar eficazmente y dentro de un concepto igualitario en la vida de la nación.
(Aprobada el 21 de diciembre de 1938.)