Invitación a la Conferencia. Carta del Ministro de la República Argentina en los Estados Unidos de América, dirigida al Excmo. Secretario de Estado, Sr. D. Philander C. Knox. Wáshington, 11 de septiembre de 1909 (Cuarta Conferencia Internacional Americana, Buenos Aires – 1910)

Legación Argentina Washington, D. C., Septiembre 11 de 1909

Señor Secretario de Estado: Habiendo aceptado mi Gobierno con jubilosa complacencia—según tuve el honor de comunicarlo en la debida oportunidad al Honorable Consejo Directivo de la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas—la insigne honra discernida por éste a la ciudad de Buenos Aires, designándola—de acuerdo con el voto de la Conferencia de Rio Janeiro—sede del Cuarto Congreso Pan-Americano, a celebrarte en Buenos Aires en 1910, en que la República Argentina festejará el Primer Centenario de su Independencia, usando del privilegio aparejado a la expresada designación, ha tenido a bien fijar para la reunión de la Conferencia la primera quincena de Julio de dicho año, reservándose el señalar a su hora la fecha cierta para la solemnidad de la apertura.

Con este motivo, y en cumplimiento mi Gobierno de los altos deberes que le impone la expresada resolución de la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas, me ha dado el honroso encargo de invitar en su nombre al Gobierno de V.E. a participar en la futura Cuarta Conferencia, con la especial recomendación de rogar a V.E., si la invitación fuese aceptada, como lo espera y muy vivamente lo desea, quiera hacerle conocer, desde luego, el número de delegados que representarán a los Estados Unidos de América, y si fuese posible, sus nombres y títulos, en orden a facilitar los trabajos preparatorios del Congreso.—Me encarga, asimismo, hacer presente a V.E. que tan pronto como lo sea comunicado por el Bureau el Programa de la Conferencia, se apresurará a llevarlo a conocimiento de su Gobierno.

Al anticipar a V.E. la gran satisfacción con que verla mi Gobierno honrada por el Gobierno de los Estados Unidos de América, la invitación que me cabe el alto honor de dirijirle en su nombre—y en la esperanza de que no habrá dificultad para su aquiescencia a la indicación que, en conexión con día, dejo también formulada, me es particularmente agradable renovarle al Señor Secretario de Estado las protestas de mi más alta y distinguida consideración.

Epifanio Pórtela