Resolución de agradecimiento al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos y a otros dignatarios (Segunda Conferencia Internacional Americana, 1901-1902)

Por cuanto los delegados de las repúblicas representadas en la Segunda Conferencia Internacional de las Repúblicas Americanas, desean consignar en las actas de la misma una manifestación de la deuda de gratitud contraída con el distinguido Supremo Magistrado de los Estados Unidos Mexicanos, con su gabinete, con el honorable gobernador del Distrito Federal y con las autoridades de la ciudad de México, por la munificente hospitalidad que, en todas ocasiones, se ha impartido a todos y a cada uno de los delegados acreditados en la conferencia, y también su profundo reconocimiento por las innumerables cortesías que han recibido de los distinguidos miembros de la delegación mexicana a la conferencia, y la gran satisfacción que les ha causado haber podido visitar, gracias a la bondadosa invitación de los honorables gobernadores de los Estados de Puebla, Veracruz, Jalisco y Nuevo León, esas progresistas entidades:

Por tanto, se resuelve por los infrascritos delegados a la Segunda Conferencia Internacional de las Repúblicas Americanas, que por medio de la presente se expresen y se transmitan sus más cumplidos agradecimientos, sus más sinceras expresiones de estimación y profunda gratitud a S. E. el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Sr. Gral. D. Porfirio Díaz; a su gabinete, al gobernador del distrito federal y al ayuntamiento de la Ciudad de México, por las incontables atenciones, por la generosa hospitalidad y por la gran benevolencia que han prodigado a los delegados acreditados en la conferencia, a sus familias y a sus secretarios, desde su arribo a este progresista país; y que suplique al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, que tenga a bien comunicar a sus familias y a sus excelencias los gobernadores de los Estados de Puebla, Veracruz, Jalisco y Nuevo León, su gran satisfacción por la agradable oportunidad que se les ha presentado para visitar esos ricos y prósperos estados de la República, por medio de la hospitalaria invitación que tan generosamente les hicieron sus excelencias.

Y, además, que se inserte esta resolución en las actas de la conferencia.

México, Enero 30 de 1902.