Los aeróstatos son aeronaves más ligeras que el aire, incluyendo planeadores, globos y dirigibles. Los planeadores son aeronaves sin motor diseñadas para vuelo a vela. Los globos estratosféricos son dispositivos habilitados para elevarse a la estratosfera, mientras que los dirigibles son globos aerostáticos con barquillas que llevan motores, hélices propulsoras y timones de dirección.
El vuelo del primer planeador por el hombre se atribuye a Han Sun en China, hace aproximadamente 196 años antes de Cristo. Sin embargo, el vuelo en globo fue logrado por los hermanos Montgolfier en París el 5 de junio de 1783. Posteriormente, en 1897, el sueco S.A. Andrée intentó conquistar el Polo Norte con el globo “Ornen” (Águila), pero aterrizó a 800 km del polo tras 65 horas, pereciendo él y su tripulación en el intento. Sus restos y registros fueron encontrados en 1930.
En 1924, el dirigible alemán “Zeppelin”, nombrado en honor al constructor de dirigibles F. von Zeppelin, cruzó el Atlántico Norte de Alemania a Estados Unidos. En 1926, el dirigible escandinavo “Norge” llegó al Polo Norte. En 1931, el científico suizo A. Piccard ascendió con M. Kipfer a una altura de 15,781 metros, y en 1932, con M. Cosyns, alcanzó los 16,940 metros. Además, en 1953, también con M. Cosyns, se sumergió en el mar en un batiscafo a una profundidad de 3,150 metros.
Durante el siglo XX, varios logros estratosféricos se destacaron, como un vuelo soviético a 20,600 metros en 1934 y un vuelo estadounidense a 22,066 metros en 1935. Estos dispositivos han sido utilizados en la guerra aérea y en actividades subversivas para el lanzamiento de materiales de propaganda, lo que ha generado controversias internacionales, siendo un ejemplo destacado los “incidentes de globos” durante la Guerra Fría.