La Décima Conferencia Interamericana,
Declara:
Que, con el fin de que las nuevas inversiones extranjeras contribuyan eficazmente al desarrollo económico de los países americanos, es aconsejable se tenga en cuenta, entre otras cosas, la situación de las empresas ya establecidas a fin de no afectar su normal desenvolvimiento, siempre que esto guarde consonada con el interés nacional.