La Décima Conferencia Interamericana,
Considerando:
Que en la Quinta Conferencia Internacional Americana, celebrada en Santiago de Chile en 1923, se acordó, por unanimidad, recomendar a los gobiernos de América que honraran la memoria del Gran Descubridor del Nuevo Mundo mediante un faro conmemorativo que sería construido en Punta Torrecilla,
República Dominicana, escenario de las glorias y desventuras del insigne navegante y tierra privilegiada en la que quiso reposar para siempre;
Que en las sucesivas Conferencias Sexta, Séptima y Octava, celebradas respectivamente en La Habana, Montevideo y Lima, los Representantes de los Estados de América reiteraron la recomendación, insistiendo en la conveniencia de que por los gobiernos del Continente se aportaran los recursos necesarios para llevar a buen término el proyecto conmemorativo, y, de manera especial, la Conferencia de Consolidación de la Paz de 1936 declaró que interesaba extraordinariamente a los fines propuestos plasmar el ideal panamericano en ese faro monumental, en homenaje al Descubridor, y como símbolo de la comunidad de origen histórico y de la identificación espiritual que une a las naciones del Continente colombino;
Que el Comité Ejecutivo Permanente del Faro de Colón, en la República Dominicana, y la Sociedad Colombista Panamericana, de La Habana, han venido realizando continuos esfuerzos para llevar a cabo el noble proyecto, habiendo sido esta última la gestora del memorable vuelo continental (que tuvo en Cali, Colombia, el 29 de diciembre de 1937, trágico desenlace de imperecedera memoria en la historia del panamericanismo), por lo que mereció el reconocimiento de la Octava Conferencia Internacional Americana, de Lima;
Que es indudable que pese a las reiteradas recomendaciones de las Conferencias Internacionales Americanas y de los sucesivos congresos y reuniones de diversa índole, coincidentes, todos, en la conveniencia de ultimar la realización del proyecto ya aprobado del Faro a Colón en Punta Torrecilla, República Dominicana, no ha sido posible procurar los recursos económicos necesarios para su construcción; y
Que sería recomendable imprimir a las gestiones que en tal sentido se vienen realizando un carácter popular, que sirviera de estímulo a los gobiernos y de ejemplo al mundo, del espíritu de cooperación que reina, no sólo entre los Estados, sino entre los individuos e instituciones privadas de América y a fin de que se realice, sin mayor dilación, el proyecto conmemorativo que se ha venido recomendando,
Resuelve:
1. Encomendar a la Sociedad Colombista Panamericana de La Habana, bajo la alta dirección de la Organización de los Estados Americanos y del Comité Ejecutivo Permanente del Faro de Colón, la realización de un plan de propaganda y de cooperación popular, individual y corporativa, que contribuya, de manera eficaz, a la más pronta ejecución de ese proyecto conmemorativo que habrá de honrar la memoria del Gran Descubridor y servir como símbolo de la comunidad de origen histórico y de la identificación espiritual que une a todas las naciones de América.
2. Solicitar de los gobiernos, que todavía no han contribuido al Faro de Colón, consideren la posibilidad de hacerlo en atención a la alta importancia que tiene esta empresa interamericana.