Mercosur y la euforia del comercio libre
Para la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la Unión Europea y el Mercosur debieron combinarse varias oportunidades. El interés de Jean-Claude Juncker de concluir la interminable negociación antes de abandonar la presidencia del Consejo Europeo. La ansiedad de Mauricio Macri de alentar a los mercados en medio de una campaña electoral como la argentina, tan condicionada por la incertidumbre económica. La gravitación, en Brasil, de un superministro de Economía ultraliberal como Paulo Guedes. Y, para decirlo todo, el placer de Angela Merkel de anunciar un acuerdo de liberalización de un universo de 750 millones de consumidores, que representa el 25% del PBI mundial, en las narices de Donald Trump, durante la cumbre del G20.