La declaración unilateral dada a conocer por el Presidente de Estados Unidos el pasado 6 de diciembre de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel ha dado lugar a un sinnúmero de reacciones en todo el mundo. Además de constituir una abierta violación a distintas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pone fin a un consenso de 70 años sobre el estatuto de Jerusalén por parte de la comunidad internacional.
A pocas horas de la declaración norteamericana, el Secretario General de Naciones Unidas en persona señaló en un comunicado (véase texto) que :
“In this moment of great anxiety, I want to make it clear : there is no alternative to the two-state solution. There is no Plan B. It is only by realizing the vision of two states living side-by-side in peace, security and mutual recognition, with Jerusalem as the capital of Israel and Palestine, and all final status issues resolved permanently through negotiations, that the legitimate aspirations of both peoples will be achieved“.
Una sesión urgente del Consejo de Seguridad solicitada a Japón (quién ostenta la Presidencia) por Bolivia, Egipto, Francia, Italia, Reino Unido, Senegal, Suecia y Uruguay se realizó el 8 de diciembre. La lectura detallada de las declaraciones de los demás Estados miembros confirma la soledad de Estados Unidos en el seno del máximo órgano de Naciones Unidas (véase Acta S/PV.8128 en su versión en español). El delegado del Reino Unido (pp. 7-8 del acta precitada) no dudo en expresar de manera contundente que:
“We therefore disagree with the United States decision to move its Embassy to Jerusalem and to unilaterally recognize Jerusalem as the capital of Israel before a final status agreement. Those decisions are unhelpful to the prospects of peace in the region — an aim that I know all of us in the Security Council remain committed to. The British Embassy to Israel is based in Tel Aviv, and we have no plans to move it“.
Además del Secretario General de Naciones Unidas, los Estados como tal también han reaccionado a esta decisión norteamericana. Es precisamente lo que analizaremos en las líneas que siguen, en particular las diversas manifestaciones registradas por Estados de América Latina, que han externado, cada uno a su manera, su repudio o su profunda preocupación. Por alguna razón, no figura ningún comunicado oficial circulado por parte de Costa Rica.
Foto extraída de artículo de Le Monde del 23 de diciembre del 2016, titulado “Le Conseil de sécurité de l’ONU adopte une résolution condamnant la colonisation israélienne”
El contexto jurídico en el seno del Consejo de Seguridad en breve: 1980-2016
Desde el punto de vista jurídico, hay que recordar que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha emitido diversas resoluciones en las que no se reconoce la soberanía israelí sobre Jerusalén, al tiempo que la parte Oriental de la ciudad es considerada como “Territorio Palestino Ocupado“. En esas resoluciónes se confirma la nulidad de las medidas legislativas y administrativas israelíes que pretenden transformar el estatuto jurídico de la Ciudad Santa, instando a Israel a derogar estas medidas y a abstenerse de llevar a cabo acciones similares en el futuro. La pretensión israelí de considerar Jerusalén como su capital mediante una ley adoptada en 1980 dio pié para que la resolución 478 (véase texto en español) del Consejo de Seguridad solicitara a los Estados Miembros retirar sus embajadas de Jerusalén hacia otras ciudades (procediendo muchos Estados a trasladarlas a Tel-Aviv).
Hace menos de un año, en las vísperas de Noche Buena, el Consejo de Seguridad adoptó una enérgica resolución, la Resolución 2334 (véase texto en español) en la que condena los asentamientos ilegales israelíes y la política de expansión y colonización en territorios palestinos, incluyendo la destrucción de casas habitadas por familias palestinas situadas en Jerusalén Oriental. En el texto adoptado (gracias a la abstención de Estados Unidos), el Consejo de Seguridad:
“1. Reafirma que el establecimiento de asentamientos por parte de Israel en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalén Oriental, no tiene validez legal y constituye una flagrante violación del derecho internacional y un obstáculo importante para el logro de la solución biestatal y de una paz general, justa y duradera;
2. Reitera su exigencia de que Israel ponga fin de inmediato y por completo a todas las actividades de asentamiento en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Oriental, y que respete plenamente todas sus obligaciones jurídicas a ese respecto”;
Sobre los pormenores de esta resolución, y los intentos algo desesperados del Primer Ministro israelí para intentar frenar su adopción (recurriendo al Presidente electo Donald Trump, aún sin ejercer su cargo), remitimos a nuestros estimables lectores a nuestra nota publicada en Debate Global (Colombia) titulada “Consejo de Seguridad condena colonización israelí en Cisjordania y en Jerusalén Oriental” (disponible aquí).
Es de señalar que una semana antes del 6 de diciembre, en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, se adoptaron de forma masiva varias resoluciones sobre Jerusalén, en las que Estados Unidos e Israel lograron reunir unos pocos Estados para votar en contra, de los 193 Estados miembros de la organización (véase comunicado de prensa de Naciones Unidas del 30 de noviembre del 2017 en el que destaca la sólidez de la alianza Canadá, Estados Unidos, Islas Marshall , Israel, Micronesia y Nauru).
La manifestación de un Estado mediante un comunicado de prensa oficial: breves apuntes
Diversos Estados han reaccionado mediante comunicado oficial emitido por sus respectivos aparatos diplomáticos en el que repudian el anuncio unilateral hecho por Estados Unidos con relación a Jerusalén.
Mediante estas manifestaciones oficiales, los Estados expresan, cada uno a su manera, su disconformidad, recurriendo para ello al variado léxico que ofrece la diplomacia.
Otros por el contrario, como Guatemala, mediante una frase lanzada a la prensa por su máxima autoridad diplomática, apoyan la decisión (véase nota de prensa de Debate). Nótese que el pasado 4 de diciembre, Guatemala explicó mediante comunicado de prensa su abstención durante una la votación de una resolución en Naciones Unidas sobre Jerusalén adoptada por 157 votos a favor, 7 en contra y 10 abstenciones entra las que se contabiliza también a Paraguay (véase comunicado oficial).
Con relación a la decisión norteamericana de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, cabe indicar que no todos los Estados han optado por expresarse: de igual forma que los seres humanos, la ausencia de manifestación también puede entenderse como una forma de comunicar.
Entre los Estados que han optado por expresarse, podemos citar en Europa a modo de ejemplo el escueto comunicado emitido por España el 7 de diciembre, titulado “Posición española sobre Jerusalén“, en el que se puede leer que:
“El Gobierno de España desea reiterar su posición sobre el status de la ciudad de Jerusalén, que coincide con la recogida en diversas resoluciones de Naciones Unidas. Jerusalén constituye una de las cuestiones centrales del Proceso de Paz y debe ser objeto de negociación entre israelíes y palestinos.
La mejor forma de garantizar las aspiraciones de las dos partes es la solución de los dos estados, Israel y Palestina, viviendo juntos en paz y seguridad.
El status final de Jerusalén deberá ser la consecuencia de esas negociaciones”.
Foto extraída de nota de El Pais (España) de mayo del 2017 titulada “Trump, primer presidente de Estados Unidos en visitar el Muro de las Lamentaciones”
De una manera igualmente recogida se expresó la República Checa en un comunicado titulado: “Position of MFA to Issue of Jerusalem circulado el mismo 6 de diciembre, el cual indica que:
“The Czech Republic currently, before the peace between Israel and Palestine is signed, recognizes Jerusalem to be in practice the capital of Israel in the borders of the demarcation line from 1967.
The Czech Republic together with other EU member states, following the EU Foreign Affairs Council Conclusions, considers Jerusalem to be future capital of both states, meaning the State of Israel and the future State of Palestine.
The Ministry can start considering moving of the Czech embassy from Tel Aviv to Jerusalem only based on results of negotiations with key partners in the region and in the world.”
Por su parte Bélgica externó la siguiente nota oficial, mucho más extensa que la española y la checa, el 7 de diciembre, titulada: “Jérusalem – Seuls le dialogue et le multilatéralisme peuvent mener à la paix“, y que se lee como sigue:
Le Vice-premier Ministre et Ministre des Affaires étrangères Didier Reynders regrette, avec une certaine amertume, la décision du Président américain Donald Trump de reconnaître unilatéralement Jérusalem comme capitale de l’Etat d’Israël. La diplomatie belge, comme le reste du monde, avait envoyé des signaux pour faire comprendre que ce n’était pas une bonne solution. Ce message avait encore été renouvelé lors du passage à Bruxelles du secrétaire d’Etat Rex Tillerson cette semaine.
Une décision sur le statut de Jérusalem, qui est appelée idéalement à devenir la capitale partagée de deux Etats souverains, est une décision qui dépend de négociations entre les deux parties concernées. L’annonce de hier va à l’encontre du droit international et préjuge de l’issue de ces négociations, même s’il faut souligner que le président Trump a réaffirmé la volonté américaine d’une solution à deux Etats. Elle risque aussi d’entraîner des débordements de violence et de ne favoriser que les groupes les plus extrémistes, au détriment des forces modérées. Le Ministre Reynders appelle toutes les parties au calme et à la modération. La Belgique, ensemble avec ses partenaires européens, continuera à dénoncer tous les actes unilatéraux qui vont à l’encontre d’une solution négociée à deux Etats vivant côte à côte dans la paix, la sécurité et la reconnaissance mutuelle.
Ce n’est que par une reprise du dialogue, et non par des actes unilatéraux, qu’on pourra progresser vers la paix. Cela doit se faire au sein des enceintes appropriées, notamment aux Nations Unies. L’Union Européenne est le premier partenaire commercial d’Israël et le plus important bailleur de fonds de l’Autorité Palestinienne. Elle peut jouer un rôle important pour aider les parties à renouer rapidement le dialogue.
Le Ministre Reynders évoquera la situation au Proche-Orient lundi avec ses collègues ministres européens des Affaires étrangères, alors que le Premier ministre israélien Benjamin Netanyahu est attendu à Bruxelles. Le président de l’Autorité palestinienne, Mahmoud Abbas, y sera quant à lui reçu en janvier.
De igual extensa manera, Suecia se manifestó en los siguientes términos, en su comunicado oficial, emitido el mismo 6 de diciembre y titulado: “Statement concerning US statement about Jerusalem“:
” The Government deeply regrets the US statement about Jerusalem. The UN has given Jerusalem a special legal and political status, which the Security Council has called upon the international community to respect. There is a risk that this statement may lead to strong reactions and greater instability in an already turbulent region, and have long-term strategic consequences for the peace process.
The EU has clearly stated its view of Jerusalem as a separate entity and as a future capital for two states. EU foreign ministers have emphasised that the EU has never recognised Israel’s annexation of East Jerusalem and that achieving a lasting peace requires resolving the status of Jerusalem through negotiations. The US statement does not affect the position of the EU and Sweden concerning Jerusalem’s special status. It is of the utmost importance that all states respect and safeguard this status.
Sweden’s long-standing commitment to a two-state solution remains. We are working to ensure that Israel and Palestine can live side by side in peace and security. All final status issues, including Jerusalem’s status as a future capital for both states, must be resolved through negotiations between the parties and not through unilateral action by the parties or others.
De una forma similar en cuanto a la extensión, pero con un tono distinto, Turquía difundió el siguiente comunicado oficial el 6 de diciembre, titulado “Press Release Regarding the Statement of the US Administration Declaring That It Recognizes Jerusalem as the Capital of Israel and It will Move Its Embassy in Israel to Jerusalem”, en el que señala que:
We condemn the irresponsible statement of the US Administration that we learnt with great concern, declaring that it recognizes Jerusalem as the capital of Israel and it will be moving the US Embassy in Israel to Jerusalem.
This decision is against international law and relevant UN Resolutions, as the annexation of Jerusalem by Israel has been rejected by international community and the UN.
It has been recurrently emphasized by various UN Resolutions that Palestinian question can only be settled through the existence of an independent, sovereign and contiguous State of Palestine based on the 1967 borders with East Jerusalem as its capital. It is unacceptable that the US, a Permanent Member of the UN Security Council, ignores this fact. Attainment of independence by Palestine is a historical, conscientious and humanitarian obligation. Turkey will continue to advocate this.
The said decision, that will have negative reflections on the peace and stability in the region, also bears the risk of completely destroying the ground for peace.
We call upon the US Administration to reconsider this faulty decision which may result in highly negative outcomes and to avoid uncalculated steps that will harm the multicultural identity and historical status of Jerusalem.
These developments regarding Jerusalem will be taken up extensively at the OIC Leaders Summit and the Council of Foreign Ministers Meeting that will be held on 13 December 2017 in İstanbul upon the call made by H.E. President Erdoğan as the Summit Chair of the OIC.
Tal y como se puede apreciar, ante un mismo hecho que violenta las mismas reglas, el abanico de posibilidades que ofrece la diplomacia es extremadamente amplio a la hora de redactar un comunicado oficial.
Las reacciones oficiales que se han registrado en América Latina
En América Latina, varios Estados han optado por expresar su profunda preocupación por la decisión unilateral tomada por Estados Unidos. A diferencia de España, que no reconoce aún a Palestina como Estado, pese a una asignatura pendiente desde finales del 2014 sugerida por el Poder Legislativo al Ejecutivo (Nota 1), los Estados de América Latina sí reconocen a Palestina como Estado (con dos notables excepiones: Colombia y Panamá). En razón de ello, los comunicados emitidos cobran mayor interés desde el punto de vista político y jurídico.
Con relación al reconocimiento de Palestina como Estado, nótese que el primer Estado miembro de la Unión Europea (UE) en haberlo hecho fue Suecia en el 2014, posición que a la fecha no ha sido segundada por ningún otro Estado miembro de la UE (Nota 2).
Los Estados de América Latina que se han expresado sobre la decisión del Presidente Donald Trump lo han hecho de muy diversas maneras. Por ejemplo, Brasil señaló, en un comunicado circulado el mismo 6 de diciembre, que:
“O governo brasileiro reitera seu entendimento de que o status final da cidade de Jerusalém deverá ser definido em negociações que assegurem o estabelecimento de dois estados vivendo em paz e segurança dentro de fronteiras internacionalmente reconhecidas e com livre acesso aos lugares santos das três religiões monoteístas, nos termos das resoluções do Conselho de Segurança das Nações Unidas, como a resolução 478 de 1980, entre outras. Recorda, ainda, que as fronteiras entre os dois estados deverão ser definidas em negociações diretas entre as partes tendo por base a linha de junho de 1967.
O Brasil mantém relações diplomáticas com Israel desde 1949 e reconheceu o Estado da Palestina em 2010.”
A diferencia de Brasil, el aparato diplomático de Argentina optó por un comunicado mucho más extenso (Nota 3). En ambos casos, se optó por no mencionar en ningún momento a Estados Unidos en el texto del comunicado. La misma omisión se manifestó por parte, esta vez, de la diplomacia de Perú (Nota 4).
En cambio, varios Estados señalaron expresamente la decisíón norteamericana en el texto elaborado por su aparato diplomático. En un comunicado circulado el 7 de diciembre titulado “Solidaridad con el Estado Palestino“, Bolivia se manifestó en los siguientes términos:
El Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, expresa su solidaridad con el pueblo y gobierno del Estado Palestino y expresa su enérgico rechazo a la decisión del Gobierno de Estados Unidos de América de trasladar su Embajada ante el Estado de Israel, de la ciudad de Tel Aviv a la ciudad de Jerusalén y el reconocimiento de ésta como capital de Israel. Situación que no hace otra cosa que agravar las tensiones y constituye un serio obstáculo para el logro de una solución concertada.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a nombre del Gobierno y pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia, consecuentes con su vocación pacifista y de la cultura de la vida, insta a que el Gobierno de Estados Unidos de América revierta dicha medida. Bolivia reitera su firme apoyo al legítimo derecho del Pueblo Palestino de construir su Estado propio en suelo Palestino sobre las fronteras de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital, tal como lo establece el derecho internacional y las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
También podemos referir el caso de Chile (Nota 5), así como de Colombia (Nota 6), de Cuba (Nota 7), de Ecuador (Nota 8), de Uruguay (Nota 9),y de Venezuela (Nota 10).
En el caso de Uruguay, un segundo comunicado con fecha del 8 de diciembre vino a recordarle a la representante de Israel en Montevideo algunas reglas sencillas que, al parecer, desconocía. En efecto, en un comunicado titulado “Declaraciones de la Embajadora de Israel en Uruguay“, se lee que:
“En ocasión de las públicas declaraciones de la Embajadora de Israel en Uruguay, Sra. Nina Ben-Ami, expresadas a través de su cuenta de Twitter, se informa que en el día de la fecha la Sra. Jefa de Misión fue convocada a la Sede del Ministerio de Relaciones Exteriores a fin de brindar explicaciones sobre sus comentarios. En dicha instancia, en el marco de la tradicional relación de amistad y cooperación que une a Uruguay e Israel, se instó a la Embajadora Ben-Ami a mantener los intercambios gubernamentales por los canales oficiales correspondientes“.
Por tratarse de uno de los más extensos comunicados oficiales elaborados en reacción al anuncio del Presidente Donald Trump, se reproduce a continuación únicamente el comunicado de México, difundido desde el mismo 6 de diciembre del 2017:
” México mantendrá su Embajada en Tel Aviv
Comunicado No. 459.- México continuará manteniendo una relación bilateral estrecha y amistosa con el Estado de Israel
Ante la decisión del gobierno de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital del Estado de Israel, el gobierno de México, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, informa que mantendrá su Embajada en Tel Aviv, como es el caso hasta ahora de todos los países que mantienen relaciones diplomáticas con Israel, de conformidad con la Resolución 478 del año de 1980 del Consejo de Seguridad, así como las resoluciones pertinentes de la Asamblea General de la ONU, relativas al estatus de la Ciudad de Jerusalén.
México continuará manteniendo una relación bilateral estrecha y amistosa con el Estado de Israel, como se evidenció en la reciente visita del Primer Ministro Benjamin Netanyahu a nuestro país, y seguirá también apoyando las reivindicaciones históricas del pueblo palestino.
México reitera su firme convicción de que una solución política y pacífica del conflicto debe producirse mediante negociaciones directas, sin precondiciones, entre las partes, que resuelvan los problemas sustantivos, incluido el estatus definitivo de Jerusalén.
México respalda el diálogo como el medio para resolver el diferendo entre Israel y Palestina, con base en la solución de dos Estados, es decir, el derecho de Israel y de Palestina a vivir en paz dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, tal como fue pactado en los Acuerdos de Oslo y ratificado por diversas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
Mediante estas manifestaciones oficiales, los Estados de América Latina responden, cada uno a su manera, a Estados Unidos (y también a Israel), recurriendo al vocabulario diplomático que juzgan más apropiado. Algunos Estados de América Latina han decidido, por alguna razón, no pronunciarse al respecto: es el caso de Costa Rica, Honduras, Panamá y Paraguay, cuyas cancillerías no han divulgado ningún texto.
La discreción de la diplomacia de Costa Rica
Con relación a Costa Rica, cuyo reconocimiento de Palestina como Estado en el 2008 fue seguido por prácticamente toda América Latina en los años subsiguientes (Nota 11), no se ha circulado ningún comunicado oficial. A diferencia de la administración (2006-2010), que logró rectificar el rumbo de Costa Rica y saldar una deuda histórica de Costa Rica con Palestina y con el mundo árabe (Nota 12), la administración siguiente (2010-2014) fue mucho menos activa: tuvimos la oportunidad en el 2011 de señalar que
“Los países de América Latina que se mantienen distantes con Palestina y así lo han adelantado en estos últimos meses son Colombia, Guatemala y Panamá (así como, en el resto del hemisferio Canadá), que coinciden extrañamente con las únicas visitas oficiales recientes de jefes de Estado de la región a Costa Rica” (véase artículo publicado en La Nación).
Con relación a la actual administración (2014-2018), esta se ha destacado por una extrema cautela cuando se trata de exacciones o de acciones israelíes cuestionadas en el ámbito internacional: la discreción de Costa Rica se verificó con relación a una ley israelí adoptada a inicios del año 2017 (véase breve nota nuestra titulada “Reacciones en América Latina a ley aprobada en Israel que legaliza los asentamientos ilegales en Palestina” sobre esta y otras notables omisiones, publicada en ElPais.cr).
En febrero del 2017, lo que bien podría ser una infidencia imprevista para algunos arrojó un dato de cierto interés, al leerse en La Nación (Costa Rica) que “Netanyahu reconoce a Costa Rica como aliado de Israel” (véase nota).
Cabe recordar que muy cerca de Costa Rica, en el 2011, el Presidente Ricardo Martinelli de Panamá recibió el galardón “Light Unto the Nations Award” del influyente American Jewish Committee (AJC) en razón de la lealtad y el apoyo de Panamá a Israel durante su mandato (véase nota). En noviembre del 2012, al aprobarse en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas (con 138 votos a favor, 9 en contra y 41 abstenciones) el estatuto de “Estado No Miembro Observador” a Palestina, el único Estado de América Latina en votar en contra fue Panamá, conjuntamente con Canadá, Estados Unidos, Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Palau y República Checa: muchos analistas han analizado la heterogeneidad de esta insólita alianza a la que Panamá decidió concurrir, sin lograr llegar a conclusiones muy certeras (véase breve análisis nuestro de este histórico voto editado en La Celosía).
Embajadas centroamericanas y Jerusalén: recuerdo de traslados inéditos a los que participó Costa Rica
Esta extrañeza acaecida en el 2012 con un Estado de la región centroamericana recuerda otras anteriores. Cuando en 1980, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ordenó retirar las embajadas de Jerusalén a los Estados Miembros de la organización, de los 13 Estados con embajadas en Jerusalén, la mayoría pertenecían a América Latina: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Paises Bajos, Panamá, Uruguay y Venezuela. Estos Estados procedieron a trasladar sus embajadas a Tel-Aviv poco tiempo después, causando la ira de Israel (véase a modo de ejemplo comunicado israelí al retiro realizado por los Paises Bajos en agosto de 1980).
Como dato que es importante reseñar, Costa Rica y El Salvador instalaron nuevamente sus embajadas en Jerusalén (en 1982 en el caso de Costa Rica, 1984 en el caso de El Salvador), contraviniendo las decisiones adoptadas por el Consejo de Seguridad unos años antes y provocando la ruptura de relaciones diplomáticas de Egipto con ambos (véase nota de El Pais de 1984). La permanencia de ambas embajadas en Jerusalén hasta el 2006 fue considerada por la comunidad árabe como una verdadera afrenta, y explica que no es sino hasta después del 2006 que se reanudaron relaciones diplomáticas con algunos Estados miembros de la Liga Arabe y de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) .
En el 2001, con ocasión de un voto masivo en Naciones Unidas reiterando por enésima vez la necesidad de retirar todas las embajadas de Jerusalén, se leyó por parte del Luis Guillermo Solis, entonces analista en política exterior, que “se trata de una decisión “política que refleja principios y valoraciones compartidas con Israel” (véase nota de La Nación).¿Cuáles “principios y valoraciones” compartió únicamente Israel con Costa Rica y El Salvador? La nota de prensa antes señalada no lo precisa, y el analista antes referido, hoy Jefe de Estado, tampoco.
A modo de conclusión: un repudio generalizado
Más allá de las razones que pudieron haber movido a dos Estados centroamericanos en los años 80 a desafiar abiertamente la legalidad internacional y a mantenerse al margen de esta durante casi 25 años, el caso de la embajada norteamericana adquiere un alcance muy distinto. Como señalado por varios observadores, el traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel-Aviv a la Ciudad Santa significa cruzar una verdadera “linea roja” con consecuencias extremadamente graves desde la perspectiva internacional.
La solicitud hecha personalmente por el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu este lunes 11 de diciembre a la Unión Europea para que imite a Estados Unidos encontró una negativa tan rotunda como unánime (véase nota de El Pais).
No cabe duda que con esta decisión, la administración del Presidente Donald Trump ha sentado un peligroso precedente cuyas consecuencias son impredecibles y podrían significar, entre muchas otras, una polarización aún mayor en Oriente Medio así como un recrudecimiento la violencia en esta región (y fuera de ella).
Notas
Nota 1: En efecto, el 18 de noviembre del 2014, el pleno del Congreso de España adoptó una resolución mediante la cual “insta” al Poder Ejecutivo a reconocer a Palestina como Estado, con 319 votos a favor, una abstención y dos votos en contra. Véase al respecto nuestra breve nota titulada “El Congreso de España y el reconocimiento de Palestina como Estado: balance y perspectivas“, publlicada en Debate Global (disponible aquí).
Nota 2: Sobre el alcance y el significado del gesto sueco, véase nuestra breve nota titulada “El reconocimiento de Palestina por parte de Suecia: perspectivas“, publicada en DIPúblico (Argentina).
Nota 3: El texto de Argentina emitido el 6 de diciembre se lee así:
“Estatuto de la ciudad de Jerusalén Información para la Prensa N°: 564/17El Gobierno argentino entiende oportuno recordar su posición en favor de una solución de dos Estados conviviendo pacíficamente, en forma respetuosa, reconociendo las fronteras de 1967 y el estatus especial de Jerusalén de acuerdo a sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Argentina reconoce el derecho del Estado de Israel a vivir en paz junto a sus vecinos, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, así como el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado libre, independiente y viable en base a las fronteras de 1967 y de acuerdo a lo que las partes determinen en el proceso de negociaciones. Al igual que la mayor parte de la comunidad internacional, la Argentina apoya el régimen internacional especial de Jerusalén, conforme lo establece la Resolución 181 (1947) de la AGNU, así como el libre acceso, visita y tránsito sin restricción a los Lugares Santos para los fieles de las 3 religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e Islam), por lo que Argentina lamenta medidas unilaterales que pudieran modificar este estatuto especial“.
Nota 4: El texto emitido por Perú fechado el 7 de diciembre se lee como sigue:
“Comunicado del Gobierno peruano sobre el estatus de Jerusalén. Con relación a los recientes eventos sobre el estatus de Jerusalén, el Gobierno del Perú expresa: · Que mantendrá su embajada en Tel Aviv, en estricto cumplimiento de las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que establecieron el estatuto especial de Jerusalén. · Que el estatus final de Jerusalén deberá ser definido mediante negociaciones directas entre las partes con el acompañamiento de la comunidad internacional. · Que reitera su posición a favor de una solución pacífica y negociada que permita el establecimiento de dos Estados, Israel y Palestina, con fronteras internacionalmente reconocidas y seguras. · Que durante nuestra participación en el Consejo de Seguridad apoyaremos todas las iniciativas orientadas a reanudar las negociaciones de paz“.
Nota 5: El texto circulado por Chile el 6 de diciembre se lee así:
“Chile manifiesta preocupación por decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como capital de Israel El Gobierno de Chile manifiesta su profunda preocupación ante la decisión del Gobierno de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. El Gobierno de Chile, en consonancia con las resoluciones de Naciones Unidas, considera que Jerusalén es una ciudad con estatus especial cuya soberanía debe ser resuelta por Israel y Palestina; y califica como ilegal la ocupación y control israelí sobre Jerusalén Este. El Gobierno de Chile, consciente de la relevancia política, histórica y religiosa de Jerusalén, formula un urgente llamado a todas las partes involucradas a reconsiderar o a no adoptar decisiones que puedan incitar al odio y la violencia, obstaculizando aún más un proceso conducente a una solución de dos Estados y una paz sustentable entre Palestina e Israel“.
Nota 6: Difundido el 8 de diciembre, la diplomacia de Colombia se manifestó en un comunicado oficial en los siguientes términos:
“El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, con referencia a la decisión de la administración de Estados Unidos de trasladar la sede diplomática a Jerusalén, expresa la importancia de mantener las vías del diálogo y la negociación abiertas para una solución duradera del conflicto entre Palestina e Israel. El Ministerio de Relaciones Exteriores considera que este tipo de medidas afectan las posibilidades de paz y estabilidad en la región y ponen fin a 70 años de consenso internacional sobre el estatus de Jerusalén“.
Nota 7: El texto de la diplomacia de Cuba circulado el 6 de diciembre se lee así:
“Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba sobre el reconocimiento por Estados Unidos de la ciudad de Jerusalén como capital de Israel. El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Cuba expresa su más profunda preocupación y rechazo por la declaración unilateral por parte del Presidente de los Estados Unidos de la ciudad de Jerusalén como capital de Israel, lo que constituye una grave y flagrante violación de la Carta de la ONU, del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas. Esta intención del Gobierno de los Estados Unidos de modificar el estatuto histórico de Jerusalén vulnera los intereses legítimos del pueblo palestino y de las naciones árabes e islámicas, provocará graves consecuencias para la estabilidad y la seguridad en el Medio Oriente, aumentará aún más las tensiones en esta región e impedirá cualquier esfuerzo encaminado a reanudar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos. Cuba llama al Consejo de Seguridad a cumplir la responsabilidad que le otorga la Carta de la ONU en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, a adoptar las decisiones necesarias y a exigir a Israel el fin inmediato de la ocupación de los territorios palestinos y de las políticas agresivas y prácticas colonizadoras, así como el cumplimiento de las resoluciones aprobadas por ese órgano sobre la situación en el Medio Oriente, incluida la cuestión Palestina. El Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que Cuba continuará apoyando una solución amplia, justa y duradera para el conflicto palestino-israelí, sobre la base de una solución de dos Estados, que permita a los palestinos el derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano, con su capital en Jerusalén Oriental y las fronteras previas a 1967.
Nota 8: El comunicado oficial de Ecuador, difundido el 7 de diciembre, se lee como sigue:
“El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana expresa su rechazo a la decisión del presidente de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar su embajada a esa ciudad, por ser contraria al derecho internacional, a las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de las Naciones Unidas relativas a este tema. La declaración de Estados Unidos menoscaba los esfuerzos internacionales para la búsqueda de una solución negociada, justa y duradera en la región. Ecuador alerta sobre los efectos negativos que puede tener la decisión de dicho país en la recuperación de los diálogos de paz entre Israel y Palestina. Del mismo modo, Ecuador reitera su llamado a la comunidad internacional a apoyar una solución definitiva y justa en la región sobre la base de la existencia de los dos Estados, Palestina e Israel, con las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén Oriental como capital palestina, como único camino para alcanzar la paz y la estabilidad en Medio Oriente“.
Nota 9: El comunicado emitido por Uruguay, con fecha del 7 de diciembre, señala que:
“Embajada de EEUU en Israel – Traslado a Jerusalem. El Gobierno de Uruguay reafirma su apoyo a la Resolución 181 (1947) e la Asamblea General de la ONU que establece la creación de un Estado judío y un Estado árabe en el territorio de Palestina, con Jersualem como corpus separatum sometido a un régimen internacional especial; a la vez de expresar su compromiso con la Resolución 478 (1980) del Consejo de Seguridad de la ONU. En tal sentido, el Gobierno de Uruguay expresa su preocupación y discrepancia con la decisión del Gobierno de Estados Unidos, que no contribuye al imprescindible clima de paz y respeto mutuo necesario para alcanzar una solución justa, completa y duradera en Medio Oriente.
Nota 10: El comunicado oficial de Venezuela del 6 de diciembre se lee así:
Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela condena decisión arbitraria de Estados Unidos de reconocer a la ciudad de Jerusalén, ocupada ilegalmente, como capital de Israel. El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en nombre del Pueblo y del Gobierno Bolivariano, manifiesta su más firme repudio y condena ante la decisión arbitraria del gobierno estadounidense de reconocer a la Ciudad de Jerusalén, ocupada ilegalmente por Israel, como capital del Estado de Israel, así como de transferir a dicha Ciudad su Embajada. El Gobierno Bolivariano de Venezuela, rechaza toda acción arbitraria, unilateral e inconsulta, que busque afianzar la presencia ilegal del Estado de Israel sobre el Territorio Palestino Ocupado y su anexión de facto de la Ciudad de Jerusalén, hechos que socavan la soberanía del Estado y el Pueblo palestino, atentan contra la paz y estabilidad de la región, e influyen de manera trágica en los esfuerzos internacionales en búsqueda de una solución dialogada, pacífica, justa y duradera. La República Bolivariana de Venezuela, desde la Presidencia del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), y como país hermano de las causas justas del mundo árabe, considera este hecho una flagrante violación del Derecho Internacional, por lo que hace un llamado al apego a la Carta de las Naciones Unidas, y todas aquellas las resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de Naciones Unidas que han sido aprobadas al respecto, en el marco de los esfuerzos conjuntos de la Comunidad Internacional en avanzar hacia una solución dialogada y al cese de las hostilidades y atropellos en contra de la nación palestina. En ese sentido, haciendo especial énfasis en la resolución 2334 (2016), en la cual el Consejo de Seguridad señaló “que no reconocerá ningún cambio a las líneas del 4 de junio de 1967, incluso en lo que respecta a Jerusalén, que no sean los acordados por las partes mediante negociaciones”, haciendo además un llamado a las partes “a que se abstengan de realizar actos de provocación e incitación y de hacer declaraciones que enardezcan los ánimos, con el fin de, entre otras cosas, distender la situación sobre el terreno, restablecer la confianza, demostrando mediante políticas y medidas un compromiso genuino con la solución biestatal y crear las condiciones necesarias para promover la paz”. El Pueblo Bolivariano, históricamente comprometido con la justa Causa Palestina, aprovecha la ocasión para reafirmar su compromiso irrestricto con la consecución de una solución dialogada, pacífica y duradera al conflicto, así como para la concreción de la plena soberanía e independencia del hermano Estado de Palestina, reiterando su voluntad de hacer frente junto al valiente pueblo palestino a todas aquellas acciones arbitrarias e injustas, que como esta, atentan contra los Derechos Inalienables del pueblo palestino, y tan sólo buscan continuar sembrando el caos en la región del Medio Oriente“.
Nota 11: Después de Costa Rica en el 2008, el reconocimiento de Palestina como Estado encontró eco en Venezuela (abril del 2009), seguida por República Dominicana (julio del 2009), por Bolivia, Brasil, Ecuador y Paraguay (diciembre del 2010), por Perú y Chile (enero del 2011), por Argentina (febrero del 2011), por Uruguay (marzo del 2011), y El Salvador y Honduras (agosto del 2011), sumándose así a los reconocimientos previos hechos por Cuba (1988) y Nicaragua (1988). Los últimos Estados de la región en hacer este reconocimiento fueron Guatemala en abril del 2013 y Haití en septiembre del 2013. Nótese que si bien México albergó una representación de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) desde 1975, no reconoce a Palestina como Estado. A la fecha, Colombia y Panamá de igual forma se mantienen en la región sin un reconocimiento formal de Palestina como Estado.
Nota 12: En agosto del 2006, Costa Rica procedió a anunciar el traslado de su Embajada de Jerusalén a Tel-Aviv, causando la ira de Israel (véase nota de prensa). En febrero del 2008, reconoció a Palestina como Estado, causando el mismo efecto. En un libro editado en el 2013, el ex Canciller de Costa Rica en el período (2006-2010), Bruno Stagno escribe: “Recordé dos casos que de una u otra manera reflejaban el intricado, pero aún velado conjunto de intereses que entraban en juego al tratarse el tema de Israel. Como Embajador, Representante Permanente ante las Naciones Unidas, lo había vivido y sufrido. Recordaba como para marcarme en las votaciones sobre la situación en Medio Oriente, el entonces embajador de Costa Rica en Washington DC, Jaime Daremblum, alineaba a algunos miembros del Congreso de Estados Unidos, para que me enviaran cartas instándome o instruyéndome a votar a favor de Israel. El congresista Tom Lantos sería el más insistente, dirigiéndose incluso directamente al Presidente Pacheco de la Espriella. También, recordé la indignación con que la Embajadora Emérita, Emilia Castro de Barish, comentaba cómo en el pasado se había aceptado que un funcionario de la Misión Permanente de Israel se sentara en la segunda fila de asientos, reservados para Costa Rica, con el fin de velar por el voto “correcto” de Costa Rica “. Véase STAGNO UGARTE B., Los caminos menos transitados. La administración Arias Sánchez y la redefinición de la política exterior de Costa Rica, 2006-2010, Heredia, Editorial UNA (EUNA), 2013, pp.70-71.
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