La decisión de Trump de no certificar el acuerdo nuclear con Irán
octubre 17, 2017
El 12 de octubre pasado, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pronunció un discurso en el que anunció la decisión de su Administración de negarse a certificar que el acuerdo nuclear a seis bandas (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia) suscripto con Irán. Si bien esta decisión no implica dar por terminado el acuerdo, que está en el interés nacional de los Estados Unidos, sí brindaría al Congreso de este país un lapso de 60 días en el que le sería mucho más fácil volver a imponer sanciones unilaterales a Irán relacionadas con el uso nuclear, según las normas estadounidenses. Si los legisladores adoptaran esta actitud, ello estaría en clara violación al acuerdo y, probablemente, desencadenaría su colapso.
El anuncio de Trump encontró una dura respuesta del presidente iraní, Hasan Rohani, quien manifestó que “Estados Unidos está más aislado que nunca” y aseguró que el pacto es “mucho más fuerte” de lo que Trump considera.
La administración Trump es consciente de que este resultado sería una pésima opción y que Estados Unidos sería culpado por el fracaso del acuerdo. Los restantes miembros del acuerdo, incluida la Unión Europea, tendrían muy pocas probabilidades de volver a imponer sanciones de la magnitud necesaria para obtener cualquier otro acuerdo y, mucho menos, uno mejor que el actual. La amenaza de proliferación de Irán, liberada de las restricciones a su programa nuclear, podría agudizarse y generar una seria amenaza a la paz y seguridad internacionales.
A la luz de este escenario, los medios de prensa señalan que los funcionarios de la administración Trump intentarán persuadir al Congreso para que no vuelva a imponer sanciones, aunque el éxito de esta gestión está por verse. Esta estrategia arriesgada es una salida compromisoria, ya que procura mantener con vida al acuerdo, a la vez que busca “aplacar” a Trump, quien hizo campaña contra el acuerdo y no desea tener que certificarlo cada tres meses.
Por su parte, el propio Trump, aunque acusó a Irán de una larga lista de incumplimientos, de mantener una conductas inadecuada e impuso sanciones contra la Guardia iraní, y autorizó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos a sancionar al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución iraní por su presuntamente “apoyo al terrorismo, decidió, por el momento, salvaguardar el acuerdo.
De esta manera, Trump añade un nuevo signo de interrogación a un escenario internacional que, sumado a las tensas relaciones con Corea del Norte, Rusia y otros países, se torna cada vez más volátil e inestable.