Los últimos ataques de la coalición liderada por Estados Unidos en contra de ISIS en Siria plantearon la cuestión de si los Estados pueden usar la autodefensa contra agentes-no-estatales. Dos incidentes críticos ya habían provocado la discusión sobre la importancia y las consecuencias de los ataques cibernéticos como una nueva forma de ataques armados. La primera tuvo lugar en Estonia en 2007, cuando el país experimentó ataques de piratas informáticos por varias semanas. El segundo incidente ocurrió en 2008, durante el conflicto entre Georgia y Rusia por Osetia del Sur, cuando Georgia, experimentó ataques cibernéticos similares a los sufridos por Estonia en el año anterior. Además, el 21 de junio el año 2016 los bancos centrales de Indonesia y Corea del Sur se vieron afectados por los ataques cibernéticos en sus sitios web por parte del grupo activista de hackers denominado ¨Anónimos.
Los incidentes mencionados han creado, una vez más, el cuestionamiento público si las normas sobre el uso de la fuerza y el derecho a la legítima defensa establecido en la Carta de las Naciones Unidas son eficientes y eficaces para hacer frente a estas nuevas formas de ataques.
Legítima defensa; Naciones Unidas; legítima defensa preventiva; actores no estatales; ciberataques.
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DOI: 10.5354/0719-482X.2017.46344