Las poblaciones, sus líderes, los sistemas políticos, las ideas y la economía pasan. El territorio, sin embargo, siempre está ahí. La idea de que el relieve y el clima determinan la historia de los pueblos se remonta a la Antigüedad y suscitó en el siglo XIX un intenso debate académico entre los geógrafos franceses y alemanes. Los especialistas alertan del riesgo de las explicaciones reduccionistas, pero desde el periodismo y el ensayo se reivindica la importancia de un elemento crucial para entender los conflictos y las relaciones internacionales: el mapa.
El periodista Tim Marshall, veterano reportero refleja todas estas ronteras en su nuevo libro “Prisioneros de la Geografía” de donde se han extraído los puntos conflictivos que se muestran en este mapa.