Argentina y Reino Unido: “El ‘brexit’ no tiene por qué influir”
“La economía de las Falklands es próspera y nos autofinanciamos”, afirma el gobierno local de las Islas Malvinas en un “trino” de la red social Twitter. En él, las autoridades que responden al gobierno de Londres señalan que la economía del archipiélago se apoya en un 34 por ciento en la pesca y la acuacultura, en un 25 por ciento en la manufactura, la minería y otras actividades industriales, y en un 18 por ciento en la venta al mayoreo, comercio, transportación, almacenaje, así como en servicios de alojamiento y alimentación.
Pero desde el desenlace del referendo sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, en junio de 2016, son numerosas las llamadas de advertencia en cuanto a que dicha bonanza económica podría acercarse a su fin.
“El resultado del Brexit hará que se anulen en Malvinas los tratados que les permitían a los isleños exportar a Europa sin ningún tipo de barreras arancelarias”, escribió poco después del referendo Rodrigo Lloret, del portal argentino Perfil.
En el aspecto político, “ya en el Foro de Davos de 2016, el Presidente Mauricio Macri y el entonces primer ministro David Cameron mantuvieron un encuentro en el que reafirmaron su voluntad de abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales”, dijo a DW desde Buenos Aires el embajador de carrera Alberto Davérède, quien hoy dirige el Comité de Europa en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
Posteriormente “siguieron otras reuniones y visitas bilaterales de alto nivel, tanto de carácter diplomático como comercial. Además de las de los ministros de Comercio e Inversiones británicos, acompañados de una importante delegación empresarial, merece destacarse la del vicecanciller británico a la Argentina, Sir Alan Duncan, quien en septiembre del año pasado viajó a nuestro país”, añade Davérède.
“En tal contexto, no parece que el Brexit pueda tener un impacto importante en la relación bilateral, que está cobrando un ímpetu que la separación del Reino Unido de la Unión Europea no tendría por qué afectar”, indica el experto del CARI, uno de los think-tanks más reconocidos en Argentina en materia de política internacional.
El tema de las Malvinas
Lo mismo podría decirse de la posición argentina y británica en cuando al tema de las islas Malvinas. “Quizás el Brexit induzca al Reino Unido a avenirse a una negociación sobre las islas como vienen reclamando la Argentina, las Naciones Unidas y muchos foros internacionales que han acogido nuestra demanda de buscar una solución negociada sobre la soberanía”, dice el embajador Davérède a DW.
“Posiblemente el Reino Unido pierda la posibilidad de ampararse en el bloque en su negativa a negociar sobre la cuestión, a pesar de que, individualmente, algunos países miembros no participan de su posición acerca del tema”, señala. “En tal sentido, no puede dejar de recordarse que la UE estableció sanciones contra Argentina con motivo del conflicto bélico de 1982.
Argentina y Gran Bretaña firmaron en diciembre de 2015 un acuerdo para identificar a los soldados argentinos caídos en la Guerra de las Malvinas. La Comisión por la Memoria, encabezada por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, regresó hace unos días del archipiélago, donde denunció que sufrió agravios por parte de algunos kelpers.
DW: ¿Habrá cambios importantes en la relación entre Gran Bretaña y la Argentina una vez que el Brexit sea un hecho?
Alberto Davérède: Para responder a esta pregunta es necesario tener en cuenta previamente el curso que ha tomado la relación argentino-británica desde que asumió el nuevo gobierno, en diciembre de 2015. Después de un paréntesis de más 10 años en que los contactos diplomáticos entre ambas partes eran escasos y en que la relación estaba signada por el enfrentamiento sobre el tema de las Islas Malvinas, a partir de ese mismo mes y año comenzaron una serie de encuentros y misiones diplomáticas y comerciales que hicieron renacer el interés de ambas partes por relanzar la relación bilateral y fortalecer los vínculos entre ellas.
Ya en el foro de Davos de 2016, el Presidente Mauricio Macri y el entonces primer ministro David Cameron mantuvieron un encuentro en el que reafirmaron su voluntad de abrir una nueva etapa en las relaciones bilaterales. Esa reunión fue seguida en el mes de mayo del mismo año de una reunión de la Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Argentina, Susana Malcorra, con el entonces Canciller Británico Philip Hammond, en la que se convino en avanzar en una agenda común , más allá del desacuerdo sobre las Islas Malvinas. Ambos cancilleres convinieron cooperar en el Atlántico Sur, promover las inversiones bilaterales y luchar contra el crimen organizado.
Fue la primera reunión a ese nivel en 14 años. Luego siguieron otras reuniones y visitas bilaterales de alto nivel, tanto de carácter diplomático como comercial. Además de las de los ministros de comercio e inversiones británicos, acompañados de una importante delegación empresarial, merece destacarse la del Vicecanciller británico a la Argentina, Sir Alan Duncan, quien en el mes de setiembre del año pasado viajó a nuestro país.
En esa oportunidad se firmó un comunicado en el que ambas partes convinieron en cooperar en numerosos temas de la agenda multilateral, particularmente en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y la corrupción, desarrollar vínculos más estrechos en ciencia y tecnología, derechos humanos, seguridad internacional y defensa, entre otros. También acordaron cooperar en la temática del Atlántico Sur y, sin desmedro de sus respectivas posiciones sobre la cuestión de las Islas Malvinas, remover obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sostenible de esas islas, incluyendo el comercio, la pesca, la navegación y los hidrocarburos. También acordaron propiciar una mayor conectividad aérea entre el continente y las islas, así como avanzar en la identificación de los soldados argentinos sepultados en el cementerio de las islas.
En tal contexto, no parece que el ‘brexit’ pueda tener un impacto importante en la relación bilateral, que está cobrando un ímpetu que la separación del Reino Unido de la Unión Europea no tendría por qué afectar.
Debe tenerse también en cuenta que el intercambio comercial argentino-británico es de dimensiones muy modestas. En el año 2015 solo alcanzó aproximadamente los 1.275 millones de dólares. La Argentina exportó ese año unos 721 millones de dólares e importó por unos 558 millones. Cifras muy exigüas comparadas con el comercio bilateral de la Argentina con la Unión Europea como un todo, que ese mismo año superó los 18.000 millones de dólares.
O sea que es escaso el margen para que el “brexit” produzca un impacto sobre la balanza comercial entre ambos países. Dicho esto, la separación de la Unión Europea podría inclinar al Reino Unido a desarrollar mayores lazos comerciales e inversiones en terceros países, como ya lo estamos advirtiendo por el renovado interés en fortalecer los vínculos con nuestro país.
¿Es probable que Londres busque ahora a Buenos Aires como aliada política?
A la vista de las anteriores consideraciones, es claro que la relación bilateral está en camino de superar el estancamiento de los años anteriores y que ambos países tienen amplias posibilidades de actuar como aliados frente a muchos temas de la agenda internacional en que sus intereses coinciden. De hecho, en su labor en las Naciones Unidas y en otros foros internacionales, las delegaciones de ambos países adoptan posiciones similares en muchas de esas cuestiones, y a menudo coordinan sus respectivas presentaciones. De allí a afirmar que el Reino Unido busque a la Argentina como aliada política, creo que hay una cierta distancia. En todo caso, la pregunta debería ser dirigida al Gobierno británico. Es indudable que el tema de las Islas Malvinas, hasta que se encuentre una solución negociada como lo ha propuesto la Argentina en múltiples foros, está presente en la relación bilateral, aunque ambas partes se esfuercen en seguir adelante con la “agenda positiva”, sin desmedro de sus respectivas posiciones en el tema de soberanía.
¿El Brexit podría implicar algún cambio, para bien o para mal, en la posición de Gran Bretaña acerca de las islas?
También esta pregunta debería ser dirigida al gobierno británico. Pero analizando el tema del punto de vista académico, no creo que el impacto del “brexit” tenga necesariamente que influir en la tradicional posición del Reino Unido sobre las Islas Malvinas. Quizás el tema suscite preocupación en los habitantes de las islas mismos, que perderían las facilidades de entrada irrestricta de sus productos – básicamente, la pesca – al mercado comunitario. Y también perderían ciertas ayudas que reciben de ese bloque. Quizás el “brexit” induzca al Reino Unido a avenirse a una negociación sobre las islas como lo vienen reclamando la Argentina, las Naciones Unidas y muchos foros internacionales que han acogido nuestra demanda de buscar una solución negociada sobre la soberanía. Y ello porque posiblemente el Reino Unido pierda la posibilidad de ampararse en el bloque en su negativa a negociar sobre la cuestión, a pesar de que, individualmente, algunos países miembros no participan de su posición acerca del tema. En tal sentido, no puede dejar de recordarse que la UE estableció sanciones contra nuestro país con motivo del conflicto bélico de 1982.