Consejo de Seguridad insta a cooperar con Tribunales Internacionales para Rwanda y la ex Yugoslavia
22 de diciembre, 2015 — El Consejo de Seguridad de la ONU reafirmó su determinación de luchar contra la impunidad por los graves crímenes internacionales cometidos y abogó por el enjuiciamiento de todos los acusados por el Tribunal Penal Internacionales para Rwanda y el Tribunal Internacional para la ex-Yugoslavia.
En una resolución adoptada este martes, sus miembros acogieron con beneplácito la labor del Tribunal para Rwanda cuyo cierre está previsto para el 31 de diciembre de 2015.
El Consejo reconoció la importante labor de esa instancia para el proceso de reconciliación nacional y el restablecimiento de la paz y la seguridad en ese país africano. Además, encomió su aporte en el avance de la justicia penal internacional en materia del crimen de genocidio.
Por otra parte, reiteró su solicitud al Tribunal para la ex-Yugoslavia de que concluya su labor y facilite su cierre a la brevedad, al tiempo que expresó preocupación por las demoras en la conclusión de esas labores, incluidos los enjuiciamientos y apelaciones que deberían haber terminado el 31 de diciembre de 2014.
En este sentido, el Consejo de Seguridad llamó a los Estados a cooperar plenamente con el Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia.
Ese Tribunal fue establecido por Naciones Unidas en mayo de 1993, en respuesta a las atrocidades ocurridas en Croacia, Bosnia y Herzegovina. Fue el primer tribunal de crímenes de guerra creado por la ONU.
El Consejo también pidió cooperación con el Mecanismo encargado de continuar con el mandato del Tribunal para Rwanda, especialmente a aquellos países donde se sospecha que se encuentran los prófugos de modo a lograr una pronta detención de los acusados restantes.
El Consejo de Seguridad estableció ese Tribunal para enjuiciar a los responsables del genocidio y otros crímenes cometidos en Rwanda de enero a diciembre de 1994.
Desde sus inicios en 1995 ha logrado procesar a 93 personas consideras responsables de esos hechos, incluidos militares de alto rango, políticos, empresarios, religiosos, militantes y periodistas.