Dominicanos de origen haitiano, los nuevos apátridas
En República Dominicana, una sentencia judicial de hace dos años le niega la nacionalidad a sus ciudadanos de origen haitiano. Las Naciones Unidas acusan a Santo Domingo de expulsarlos del país violenta y arbitrariamente
Los índices de pobreza extrema que se registran en Haití desde hace mucho tiempo han obligado a miles de sus ciudadanos a emigrar hacia otros países, especialmente hacia su vecino más cercano, República Dominicana. Un censo realizado en 2012 reveló que en la mitad oriental de la isla compartida por ambos Estados vivían aproximadamente 1.100.000 personas de ascendencia haitiana: 11% de la población total de República Dominicana.
En septiembre de 2013, el Tribunal Constitucional de República Dominicana dictó una sentencia que priva de la nacionalidad dominicana a las personas de origen haitiano nacidas en el país entre 1929 y 2010. Hoy, dos años más tarde, las autoridades dominicanas aseguran que, en el marco de su plan de regularización de extranjeros, decenas de miles de haitianos y personas de origen haitiano han migrado “voluntariamente” hacia Haití.
“Las deportaciones son ilegales”
En entrevista exclusiva con Deutsche Welle, Fanon Mendes France, presidenta del Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas, refuta esa información, negando que la migración hacia Haití sea voluntaria y subrayando que las víctimas del veredicto de 2013 no son inmigrantes indocumentados. “De República Dominicana se está expulsando a personas de origen haitiano nacidas en el país y a ciudadanos haitianos con autorización para trabajar. Más de 20.000 personas han sido expulsadas de manera violenta de República Dominicana y transportadas hacia su frontera con Haití”, sostiene Mendes France.
“Acusaciones sobre deportaciones son falsas”
El pasado 3 de julio, Gustavo Montalvo, Ministro de la Presidencia de República Dominicana, declaró que Puerto Príncipe orquesta una campaña de mentiras contra Santo Domingo. Montalvo dijo haber constatado que no se han realizado deportaciones violentas y les pidió a las autoridades haitianas “asumir responsabilidades respecto a sus ciudadanos y al futuro de su nación”, de acuerdo a publicación del periódico Listín Diario.
Deutsche Welle intentó en vano comunicarse con representantes del Gobierno dominicano para obtener su testimonio de cara a los argumentos planteados por el Grupo de Trabajo de Expertos sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas.
Albergues para deportados
En el sur de Haití se han erigido cuatro asentamientos informales para personas afectadas por las deportaciones dominicanas; éstos albergan a entre 2.500 y 3.000 personas. Los residentes de los campos se quejan de la falta de servicios básicos y de recibir poca o ninguna asistencia del Gobierno haitiano. “Viene gente todo el tiempo y anotan nuestros datos, ¡pero nunca nos dan nada! ¡Necesitamos comida!”, exclamó Manuel Amadice, de 50 años, uno de los desplazados.
Mientras tanto, las tensiones entre los Gobiernos de la isla se intensifica. El Gobierno haitiano prohibió el ingreso a su territorio de 23 productos de origen dominicano. Para los comerciantes de la zona fronteriza entre Haití y República Dominicana, esa medida es arbitraria y afecta especialmente a Haití, donde se comienza a sentir el desabastecimiento de bienes básicos.