El Comité Consultivo Económico y Financiero Interamericano (supra, núm. 27) adoptó, el día 15 de enero de 1940, una resolución para la creación de una comisión permanente de cinco miembros, encargada de promover la formación y (mandamiento, con capital mixto norteamericano y latinoamericano, de empresas fomentadoras de nuevas líneas de producción latinoamericanas destinadas a tener mercado nuevo, o mercado complementario, en los Estados Unidos o en otras Repúblicas americanas. Esta entidad permanente, o sea la Comisión Interamericana de Fomento, quedó formalmente constituida en junio del mismo año.
Según la precitada resolución, las funciones de la Comisión consistirían en emprender estudios técnicos, compilar informaciones básicas, establecer contactos entre los interesados, y hacer recomendaciones—para cada caso individual, o bien de manera general—sobre las facilidades y seguridades que las susodichas “empresas fomentadoras” hubieran de solicitar a los varios gobiernos.
Estas empresas debían estar dedicadas a una de tres finalidades: (a) la exploración y explotación de riquezas minerales en la América Latina; (b) el cultivo y explotación de productos agrícolas y forestales; (c) la instalación y desarrollo de plantas industriales. En otra cláusula de la misma resolución, se recomendó la constitución en cada República americana, de una comisión nacional de técnicos encargada de cooperar con la entidad interamericana en la ejecución del programa ya indicado. En los últimos párrafos de la resolución, el Comité Consultivo recomendó a los Gobiernos americanos que solicitasen la colalwración de las varias instituciones de crédito e inversión de fondos (privadas, semioficiales u oficiales) en el financiamiento de las referidas empresas, y que informasen al propio Comité sobre la posibilidad de llevar a efecto inmediatamente, en los diferentes países, el proyecto de referencia.
También merecen mención algunas otras resoluciones que han influido en el funcionamiento de la Comisión de Fomento, aprobadas posteriormente a su creación, por la Tercera Reunión de Consulta de los Ministros de Relaciones Exteriores (Río de Janeiro, 1942). Por ejemplo, la asamblea de Río recomendó en su resolución VIII (supra, pág. 190), a los Gobiernos de las Repúblicas americanas, que continuasen prestando a las Comisiones Nacionales y a la Comisión Interamericana de Fomento toda la asistencia que dichos órganos pudieran necesitar para lograr sus objetivos; que el Comité Consultivo Económico y Financiero confiase a la Comisión de Fomento, cualesquier asuntos adicionales cuya investigación o ejecución hubiera de parecer deseable al referido Comité, en beneficio del fomento económico interamericano; y que dicho Comité crease, bajo los auspicios de la Comisión de Fomento, un cuerpo permanente de consultores técnicos destinado a estudiar los recursos naturales de cada país cuando así lo solicitara el respectivo gobierno. En su resolución XIII (supra, pág. 193), la misma asamblea expresó el anhelo de que la Comisión Interamericana de Fomento y sus varias Comisiones Nacionales se interesaran en llevar a la práctica el principio enunciado en los términos siguientes: “Que para mejorar el standard de vida de la población, la política económica de los países de América debe fundarse en un amplio e integral aprovechamiento de las condiciones naturales existentes en los diversos países, V propender a la mayor industrialización de aquellas materias primas que presentan características económicas favorables y permanentes, tanto de producción como de mercado, buscando a la vez, la mejor coordinación continental mediante acuerdos internacionales.” En otra resolución de la Reunión de Río (No. XVI: véase supra, pág. 195), se recomendó, con respecto a la explotación de las riquezas del suelo y subsuelo de cada país americano, la adopción de planes de cooperación, por intermedio de la Comisión de Fomento y sus Comisiones Nacionales, a fin de facilitar el financiamiento de tales explotaciones.
Esta Comisión interamericana está integrada por cinco miembros activos. Funciona bajo la dirección de un Presidente y un Vicepresidente, y utiliza también los servicios de un Secretario Ejecutivo y un Director de Proyectos. Queda establecida, además, de acuerdo con la precitada resolución VIII de la Tercera Reunión de Consulta, una Oficina Técnica que presta consejos y auxilio tanto para la elaboración de un plan industrial general como para el desarrollo de determinados proyectos. Los gastos de la Oficina principal de la Comisión son sufragados mediante una subvención de la Oficina del Coordinador norteamericano de Asuntos Interamerícanos.
Las propuestas secciones nacionales han sido establecidas ya, con la colalx>ración de los respectivos gobiernos, en todas las Repúblicas americanas. Cada una de ellas estA compuesta de cinco individuos eminentes en diversos campos de actividad (finanzas, industrias, ingeniería, etc.). Dichas secciones tienen a su propio cargo la consecución de los fondos necesarios para su funcionamiento, gozando en muchos casos del apoyo del gobierno nacional en esa materia.
También se ha conseguido el apoyo de otros grupos nacionales, para la realización de los propósitos de la Comisión.
Los trabajos de esta entidad tienen, en general, el carácter indicado por las precitadas resoluciones referentes a su creación y labores, aunque ha sido preciso mantenerlos dentro de los límites impuestos por la actual crisis mundial. Entre sus numerosas actividades, cabe especificar las siguientes: servicios prestados en carácter consultivo para el desarrollo de empresas particulares que se van elaborando ya en relación con la producción latinoamericana, y que han de llevarse al cabo en el período de la post guerra (con atención especial a las que se sufragarán con capital mixto estadounidense y latinoamericano); encuestas tales como la tocante al establecimiento en el Brasil de una fábrica modelo para el beneficio de la yuca, el estudio de las pesquerías del Caribe, y las investigaciones referentes al desarrollo de las industrias manuales; designación de ingenieros bien calificados para la preparación y ejecución de proyectos de ingeniería en varios países latinoamericanos; distribución por la Comisión Interamericana, entre las correspondientes Comisiones Nacionales, de boletines destinados a producir una más amplia comprensión de ciertas actividades gubernamentales o comerciales, relacionadas con la guerra, que se están desarrollando en los Estados Unidos y que tienen cierta importancia para el comercio e industria latinoamericanos.
Oficina principal de la Comisión: Commerce Building, Washington, D. C.
Obras a consultar: Tercera Reunión de Consulta entre los Ministros de Relaciones Exteriores de las Repúblicas Americanas, Río de Janeiro, Brasil, Enero de 1942: Manual Especial preparado por la Unión Panamericana (Unión Panamericana, Washington, 1941), pág. 14. Unión Panamericana, “Serie sobre Congresos y Conferencias,” No. 42, Medidas Adoptadas por la Unión Panamericana para Llevar a Efecto las Resoluciones Aprobadas por la Octava Conferencia Internacional Americana y Ciertas Convenciones y Resoluciones de Otras Conferencias Interamericanas: Informe Presentado a los Miembros del Consejo Directivo por el Director General, Octubre, IQ42 (Washington), pág. 24. [Folleto mimeografiado.) “Inter-American Development Commission . . . U. S. Department oí State, Bulletin, Vol. VI, No. 134, 17 de enero de 1942, pág. 68.
Otros datos utilizados en esta sinopsis, fueron sacados de un memorándum preparado por el Director de Proyectos de la Comisión Interamericana de Fomento. [Documento mecanografiado.)