Este Comité está integrado por tres miembros escogidos de entre los del Consejo Directivo de la Unión Panamericana; o sea, actualmente, por los Embajadores de Cuba, Honduras y la República Dominicana en los Estados Unidos. Fue constituido en una fecha algo posterior a la adopción de una resolución de la Quinta Conferencia Internacional Americana (Santiago de Chile, 1923), relativa a la erección en la capital de la República Dominicana de un faro monumental para honrar la memoria de Colón, el cual debía construirse con la cooperación de los gobiernoe y pueblos americanos y con la ayuda de los demás pueblos que desearan contribuir a la realización del proyecto. Dicha resolución, aprobada también por la Sexta Conferencia (La Habana, 1928), fue apoyada subsecuentemente por doe resoluciones de la Séptima Conferencia (Montevideo, 1933) así como por otra de la Conferencia Interamericana de Consolidación de la Paz (Buenoe Aires, 1936).
El referido Comité inició un concurso mundial de arquitectura, que dió por resultado la selección de un plan para el Faro Conmemorativo, según el cual el monumento se construiría en forma de una grande cruz. La República Dominicana sufragó los gastos del concurso y destinó un magnífico parque para servir como sitio del Faro. En 1928, el Comité sometió al Consejo Directivo un informe sobre los aspectos monetarios de la proyectada obra, recomendando que a las varias Repúblicas se les rogara contribuir a la erección del monumento con la cuota de un millón, o un millón y medio, de dólares, respectivamente, según la población de cada una. No obstante lo cual, el Consejo Directivo, después de estudiar el informe, pidió a los gobiernos de dichas Repúblicas que contribuyesen con las cantidades que les pareciesen apropiadas. Algunos gobiernos contestaron a esta petición indicando las cantidades que estaban dispuestos a donar; pero, debido a la crisis económica que surgió poco después, no fue recibida en realidad ninguna de las sumas prometidas. El Consejo Directivo recomendó, además, la creación en cada país americano de un comité nacional encargado de fomentar el interés en la construcción del monumento y de dirigir campañas generales para la consecución de contribuciones. Una vez creados los tales comités, creció notablemente el entusiasmo popular respecto del proyecto. En 1938, el Comité Permanente presentó otro informe al Consejo, declarando que estimaba en cuatro millones de dólares el coste total del Faro, y recomendando que a los varios Estados se les pidiera una suma total de un millón y medio de dólares, la cual había de ser contribuida por los respectivos gobiernos en cantidades correspondientes a la población de cada país. Dichas cantidades serían pagadas por plazos trimestrales. En 1940, el Comité recomendó la venta de sellos postales conmemorativos por los varios gobiernos, mediante sus propias Administraciones de Correos y la colaboración de la Unión Panamericana, con objeto de sufragar en parte los gastos del proyecto.
Debido a las condiciones creadas por la guerra mundial, la construcción del Faro de Colón queda suspendida por ahora.
Obras a consultar: Para las precitadas resoluciones de las Conferencias Internacionales Americanas, y para la de la Conferencia de Consolidación de la Paz, véase: Conferencias Internacionales Americanas, 1889-1936 . . . (Washihgton, 1938), págs. 284,493, 534,671. “Concurso para el Faro a la Memoria de Colón,” Boletín de la Unión Panamericana, Vol. LXII (1928), pág. 1235.
Ibid., Vol. LXVI (1932), número para el mes de mayo. [Dedicado por entero al susodicho Faro Conmemorativo.] “A Tribute to Columbus,” Bulletin of the Pan American Union, Vol. LXX (1936), pág. 936. The Inter-American Monthly, octubre de 1942, pág. 50.