Tercera Conferencia Americana del Café. Nueva York, 10 de Junio-8 de Julio, 1940

Convocada con el objeto prinapal de estudiar la grave situación presentada a los países americanos productores del café, debido al cierre de los mercados europeos.

Delegaciones: Estuvieron presentes en esta Conferencia las delegaciones—algunas oficiales, y otras no—de los catorce países siguientes: Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela.

Dicha Conferencia adoptó doce acuerdos, uno de los cuales (el acuerdo básico) se refería al establedmiento en los Estados Unidos de un sistema de cuotas de importación de café. No hallándose conformes los varios delegados sobre los detalles de ese sistema, y quedando irresuelto el problema a pesar de la mediación de una comisión nombrada al éfecto por el Comité Consultivo Económico y Financiero Interamericano (infra, Apéndice B, núm. 27), debido al hecho de que los delegados de ciertos países representaban meramente a entidades particulares no autorizadas para llegar a acuerdos que atarían a sus gobiernos, fue facultada la Oficina Panamericana del Café (infra, Apéndice B, núm. 5), a la cual pertenecían siete Estados americanos, para desarrollar los detalles del plan en colaboración con los representantes de los demás Estados, que no eran miembros de la referida Oficina.

Entre las otras materias tratadas en las dedsiones de la Conferencia, merecen mención especial las siguientes: medios de transporte adecuado para que los envíos del café pudieran llegar normalmente a los Estados Unidos, no obstante la actual escasez de buques (I); gestiones para evitar el alza de los fletes para el café (III); confección y difusión de las estadísticas cafeterales en todos los países interesados (V); intensificación de la campaña de propaganda del café que se estaba realizando mediante la susodicha Oficina del Café, y conveniencia de que los países cafetaleros no contribuidores todavía a la campaña se unieran a los siete países que ya venían sufragándola (IX); continuación de las gestiones que venía realizando esa Oficina con el Comité Consultivo Económico y Financiero, para la restrícción de importadones de determinadas variedades de café consideradas como de calidad inferior (XI).

Obra a consultar: “Las Labores y los Acuerdos de la III Conferencia Americana del Café,” Cuba Económica y Financiera, julio, 1940 (La Habana), Vol. XV, No. 172, pág. 37.